Visitantes del país y del mundo, pequeñas infancias y adultos forman una entusiasta fila frente al palacio de gobierno desde la mañana de este sábado, para tomarse una foto entre las Alas de México.
La escultura, creada por Jorge Marín, fue develada hoy por el gobernador Salomón Jara, quien resaltó los significados de «diversidad y libertad» que entraña está obra de bronce colocada frente al palacio de gobierno del estado.
Alrededor, sobre las placas de concreto con las que fue sustituída la cantera verde del Zócalo de Oaxaca, caminan con cansancio vendedores de paletas de nanche, hamacas tejidas y bolsas bordadas a máquina.
Las calles del Centro Histórico no dejan hueco libre, pues grupos de turistas avanzan lentamente o permanecen detenidos fuera de las tiendas de artesanías, observando breves esculturas de barro negro, venados verdes con surcos para cultivar chía, conejos rojos que hacen sonar el trombón.
Miles de turistas, al menos 129 mil, de acuerdo con la Secretaría de Turismo, comenzaron a poblar en la última semana los principales puntos turísticos de la ciudad, que en dos días más celebrará el Lunes del Cerro, con la participación de 16 pueblos originarios y el pueblo afromexicano.
Suenan las quenas en una esquina del zócalo oaxaqueño, en un tranquilizante himno que anticipa la fiesta que ya llega, y que tendrá su primer gran acto con el Desfile de Delegaciones de la Guelaguetza 2023, por la tarde de este sábado.
La escultura Alas de México estará temporalmente en la ciudad de Oaxaca, tal como lo ha hecho en Singapur, Los Ángeles, Berlín, Hong Kong, Quebec, Tel Aviv y Bangkok, entre otras ciudades.
La pieza, que es propiedad del coleccionista Iván Lomelí Avendaño, consiste en dos enormes alas de bronce compuesta cada una por figuras humanas colocadas en distintas posiciones, las cuales representan, de acuerdo con el coleccionista, «la paz interior».