En La Mañanera desde Palacio Nacional, el Presidente mencionó que en la visita de Benedicto XVI a México, se reunió con sacerdotes y progresostas porque sabía y temía que hablara «en contra de nosotros, buscando la confrontación», sin embargo, su llegada fue para una intervención a favor de los pobres.
En ese sentido, el jefe del Ejecutivo lo describió como una teólogo de primer nivel, «de lo mejor que tiene la Iglesia católica, en retiro, si, Benedicto, mucho muy preparado».
«Entonces el vino con un discurso de avanzada y me quedé muy satisfecho, muy contento, luego se fue a Cuba y pensé, bueno, allá va a repasarnos a cepillarnos, pues no, también muy respetuoso y consecuente, pero si me pides, además, lo haría por cualquier ser humano, le pediría que se recupere que salga adelante, lo haría por cualquier ser humano y más en este caso de una autoridad, que en este caso de una iglesia».