Las diferencias y pugnas por las candidaturas a las presidencias municipales y diputaciones locales son un reflejo de la crisis de los partidos políticos no sólo en Oaxaca y en el país, sino también en otras naciones, pues no han podido responder a los nuevos contextos de la lucha política y de la realidad social, sostiene el investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Pacífico Sur, Víctor Juan Martínez.
En México, advierte, tampoco han estado a la altura del actual contexto político y social, del proceso de transformación —más allá de filias y fobias, que realiza el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador—, ni de las demandas ni aspiraciones de los mexicanos, sostiene.
Esta crisis de los partidos políticos, de acuerdo con el investigador, se refleja en el actual proceso electoral.
Por un lado, explica, no hay oposición. Los partidos políticos que en las últimas décadas detentaron el poder y que tuvieron mayorías legislativas, es decir, el PRI, PAN y PRD, están “totalmente desdibujados”. Según el especialista, el PRD está en un proceso de extinción prácticamente, al igual que el PAN en Oaxaca; mientras que el PRI no ha logrado reconstituirse en lo que sería una oposición seria.
“No hay en general una oposición inteligente, crítica, con propuestas que recoja las nuevas demandas o los descontentos que se están generando en la población (…) capaz de presentar alternativas a las políticas que se están implementando”.
Lo que hay, dice, es “una oposición reactiva, acomodaticia, que busca sus intereses particulares, personales, facciosos, que siguen en la dinámica de ver a la política como un ente patrimonial privado”.
Falta crítica
Foto: Tomada de Facebook
Esto sucede, dice, mientras que en la coalición gobernante: Morena, PT y Encuentro Social, no hay un acompañamiento crítico y propositivo como instituciones a las políticas del Presidente.
En el actual proceso electoral lo que particularmente se ha visto en todos los partidos son procesos desaseados, poco claros, que no sólo rebasan a la ciudadanía, sino también a sus propios militantes, en la designación de las candidaturas.
Esto, asegura, se nota más al interior de Morena porque es el partido que está en el poder y quien tiene las mayores posibilidades de refrendar una amplia mayoría legislativa. Juan Martínez agrega que uno de los problemas de Morena, como lo tuvo el PRD, precisamente es que está basado en un determinado conjunto de organizaciones sociales y de corrientes políticas, que provocan que no tenga una unidad partidista y por tanto, está sujeta a esas negociaciones entre facciones.
“Sí se ve con mayor claridad en Morena. Como el PRD tenía esa problemática, de alguna forma Morena arrastra muchos de estos vicios que traían desde la izquierda partidaria que estuvo en más de dos décadas expresadas por el PRD”, dice.
Otro reflejo de las crisis de los partidos políticos es el cambio de “camiseta o colores” que realizan ciertos actores políticos cada vez que no se les favorece con una candidatura o a sus intereses, como recientemente ha pasado en Morena, donde presidentes municipales decidieron buscar la reelección a través de otros institutos políticos, al no obtener la designación.
“Yo no vería una desbandada, ni creo le preocupe a Morena, a otro partido en término de desbandada. Eso históricamente se ha dado, los inconformes que se van. Sino que eso muestra es esa expresión de la pérdida de identidad partidaria”.
Foto: Tomada de Facebook
Hasta el siglo pasado, menciona, los partidos tenían una cara muy clara ante el electorado. Se podía identificar al partido al menos con algunas características propias: izquierda, derecha, centro, o con políticas muy claras sobre el tema de la diversidad sexual, pueblos indígenas, de las clases sociales o a favor de empresarios.
“Ahorita no lo hay precisamente porque los partidos se han desdibujado tanto que los personajes de la política hoy pueden amanecer panistas, mañana priistas y pasado mañana morenistas y viceversa. No hay esa identidad, lo que se ha perdido es ese proyecto ideológico que se supone da vida a un partido político. Se han desdibujado y por eso están lejos de los retos que se dan”, puntualiza el investigador del CIESAS Pacífico Sur.
Víctor Leonel Juan reitera que es una crisis del sistema partidista, una ausencia de los canales de representación efectiva y aunque haya personas valiosas dentro de todos los partidos, se ven sojuzgados por el aparato partidista que está imponiendo candidatos, en razón de intereses de distinta índole. Por ello, recomienda una participación más activa de la ciudadanía en la vigilancia del poder, el uso del voto de castigo, y de los propios militantes para obligar a los partidos a tener en su interior procesos más democráticos.