Tras el desafío consumado de recrear, a pequeña escala y con bloques de LEGO, hitos de la arquitectura mundial como la Catedral de Notre Dame, el Salón de la Armonía Suprema de la Ciudad Prohibida de Pekín, la mezquita turca de Santa Sofía, el Palacio de Westminster, la Torre Eiffel o el Empire State, el arquitecto estadounidense Rocco Buttliere da un paso más con la réplica de una nación entera. Para su cometido, el artista hizo propia versión del estado más pequeño de la Tierra, tan pequeño como poderoso y atractivo: el Vaticano.
Una a una, las 67 mil piezas del icónico juego de construcción que el autor de esta singular escultura utilizó para lograr su hazaña se unieron en cimientos y desniveles, muros y cúpulas, viales, ornamentos y jardines. Así, tras 70 días de ensambles y estudio de modelos 3D, imágenes de satélite, referencias históricas y el uso de programas de computación, Buttliere dio por concluido el conjunto, coronado por la Basílica de San Pedro y la Plaza de San Pedro.
El autor de la obra cuenta que después de una visita a Roma en 2019 consideró que recrear el Vaticano sería todo un desafío debido a su rico patrimonio. “Uno de los aspectos más interesantes de su arquitectura es que muchos de los edificios se construyeron a lo largo de varios siglos y, por lo tanto, todos tienen un estilo y apariencia únicos. Esto fue realmente motivador, ya que no hay dos áreas del paisaje que sean totalmente iguales”, señala.
Y explica por qué considera que su trabajo se enmarca dentro de la creación artística. “Siento que usar LEGO como mi medio de expresión desafía las nociones preconcebidas de cuánto realismo se puede lograr a una escala tan pequeña con ladrillos tan familiares.
Al mismo tiempo, crecí construyendo con LEGO antes de decidir hacerlo profesionalmente, por lo que siempre estoy ansioso por incluir detalles divertidos y por el uso de piezas únicas, como las colas de dinosaurios que utilicé para la cúpula de San Pedro o las estatuillas de minifiguras para el mármol de las estatuas de la Plaza de San Pedro. ¡Incluso hay un par de ‘escudos Gungan’ violetas de los sets de Star Wars en uno de los edificios que los observadores entusiastas deberían poder encontrar!”, revela.
En su réplica del Vaticano, la configuración del paisaje y los límites de la real sede central de la Iglesia Católica, cuya edificación requirió de más de un siglo de trabajo arquitectónico histórico, se ven reducidos a una construcción de 1,70 por 1,30 metros en cuya realización el artista invirtió unas 300 horas de trabajo.
A través de su cuenta de Instagram (@rjbuttliere), el arquitecto de Chicago da muestra del paso a paso en la ejecución de su maqueta. Con imágenes de las distintas instancias, revela los secretos de la arquitectura. “Se considera que el arte y la arquitectura en toda la Ciudad del Vaticano se encuentran entre las obras más impactantes en el curso posterior al siglo XVI del Alto Renacimiento y del Barroco temprano, por no hablar de las miles de obras de la antigüedad en los museos vaticanos. La Basílica de San Pedro fue diseñada principalmente por Bramante, Miguel Ángel, Maderno y Bernini sucesivamente a lo largo de su período de construcción de 120 años.
La cúpula de San Pedro se encuentra entre las estructuras más altas y visibles de la ciudad, y es una de las más influyentes, ya que numerosas cúpulas barrocas más pequeñas y posteriores en toda la ciudad se inspiraron en su estilo y ornamentación. No es de extrañar, entonces, que la totalidad de la Ciudad del Vaticano fuera inscrita como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984”, señala Buttliere.