A un mes de que don Victorio, un hombre de la tercera edad que acudió a ser vacunado en una carriola empujada por sus bisnietos, aún no recibe la segunda dosis, indicó su familia, además de que la atención médica que le habían prometido se ha retrasado.
Sin embargo, la familia indicó que ha recibido ayuda luego de que la historia de don Victorio se hiciera viral. Los apoyos han llegado de varias partes del país e incluso desde Estados Unidos, aunque se queja de ser maltratados y criticados en redes sociales.
De parte del municipio de Santa Cruz Xoxocotlán, recibieron de forma inmediata dos camas con colchones, un tinaco Rotoplas, un vale de cemento, materiales de construcción y despensas, como parte de una ayuda humanitaria y alimentaria para enfrentar sus carencias. “Hemos recibido ayuda de otros estados y Estados Unidos, el recursos que me trajeron, el lavadero, las tiras, los polines, tres rollos de lamina», afirmó Nancy, nieta de don Victorio.
Ellos dicen que recibieron la promesa para recibir atención médica, sin embargo, los análisis clínicos y las consultas médicas con especialistas han sido retrasados debido a la pandemia. La familia oaxaqueña es de bajos ingresos y radica en una casa de lámina, ubicada en la colonia Los Pinos de la agencia municipal de San Isidro Monjas, perteneciente al municipio de Santa Cruz Xoxocotlán.
El niño Alejandro, quien empujó la carriola para que don Victorio recibiera la vacuna, duerme con sus hermanos y su bisabuelo, hacinados en un cuarto de lámina. Tienen una cocina a la intemperie y se encuentran en un terreno prestado por el patrón del papá del niño, quien se dedica a la albañilería y gana mil 400 pesos a la semana.
Alejandro padece de un problema sanguíneo, debido a un problema con sus plaquetas, mientras que sus hermanos Daniel, de 2 meses, José Fortino, de 6, y Óscar, de 4 años, presentan cuadros de desnutrición avanzada, enfermedades en la piel y otros padecimientos crónicos.
Alejandro no sabe leer ni escribir, solo suma del 1 al 100, pero ha dicho que tiene deseos mejorar su condición de vida; mientras que su madre, Nancy García, ha comentado que trabaja por su familia y rechaza que sea una mala madre, ya que ha recibido diversas críticas en internet.
En redes sociales, hay personas que los acusan de vender los apoyos que han recibido, sin embargo, la familia ha desmentido estos comentarios. Ellos han contestado que han guardado en una bodega todo lo que se les ha dado, pues han sido víctimas de varios asaltos y robos durante la noche.
El esposo de Nancy García señaló que, con la ayuda que han recibido, comenzó a construir un baño y ha realizado otros arreglos a su vivienda. Incluso señaló que está ahorrando para comprarle el terreno que le prestaron y poder iniciar la construcción de la casa de sus hijos y sus esposa y don Victorio. Mientras tanto, Alejandro dijo que aún cree en el milagro de la carriola y considera ponerla en un altar, pues gracias a ella han llegado cosas buenas para su familia.