Brasil, uno de los países más castigados por la pandemia en el mundo, se acercó este miércoles a los 150 mil muertos por covid y a los 10.4 millones de casos, a dos días de cumplirse un año del primer contagio en el país y en toda América Latina, registrado el 26 de febrero de 2020.
Según el boletín divulgado este miércoles por el Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas Brasil registró mil 428 nuevas muertes por la pandemia, con lo que acumuló 249 mil 957 víctimas desde el registro del primer óbito, el 12 de marzo del año pasado.
Se trata del mayor número de decesos para un día desde el 7 de enero pasado (mil 520 fallecidos) y del cuarto mayor desde el inicio de la pandemia, pues el país registró mil 590 muertes el 29 de julio y mil 470 el 4 de junio, cuando estaba en el pico de la primera ola. De acuerdo con el boletín, Brasil también registró en las últimas 24 horas 66 mil 588 nuevos casos, con lo que acumuló 10 millones 324 mil 436 contagios a sólo dos días de completar un año del primer registro.
Estos datos confirman a Brasil, con sus 210 millones de habitantes, como uno de los epicentros globales de la pandemia y como el segundo país con más muertes en el mundo después de Estados Unidos y el tercero con más contagios tras la nación norteamericana e India.
Las cifras de los últimos días confirman que Brasil enfrenta una segunda ola de la pandemia más virulenta y mortal que la primera, al parecer provocada por la circulación de nuevas variantes del virus, entre las cuales la llamada mutación brasileña.
Según los datos del Ministerio, el promedio de muertes en los últimos 14 días se ubicó este miércoles en mil 80 diarias, el mayor desde el inicio de la pandemia.
El promedio de muertes se mantiene por encima de las mil diarias desde el 24 de enero, todo un mes, algo que no llegó a registrarse ni en la primera ola de la pandemia. Por su parte, el promedio de contagios subió este jueves hasta los 47 mil 520 diarios, el mayor desde el 9 de febrero pasado (47 mil 590).
Con el aumento de las muertes y los casos este jueves, la tasa de mortalidad de la enfermedad en el país llegó a 119 cada 100 mil habitantes, mientras que la de incidencia subió a 4.mil 913 infectados cada 100 mil habitantes.
La tasa de letalidad de la enfermedad en Brasil es del 2,4 % del total de la población. El 89.9% de los contagios se ha recuperado De los contagiados, 9 millones 281 mil 18 personas ya están recuperadas, lo que corresponde al 89,9 % de los infectados, mientras que otras 793 mil 488 siguen bajo acompañamiento médico (7,7 % del total).
Pese al agravamiento de la pandemia, la campaña de inmunización continúa a pasos lentos. El país ya aplicó la primera dosis a 6 millones de personas (2,86 % de la población) pero muchos municipios tuvieron que suspender sus campañas por falta de vacunas y sólo las reanudarán este jueves, luego de que el Ministerio de Salud distribuyera hoy 3,2 millones de dosis que llegaron esta semana.
Brasil prevé inmunizar a la mayor parte de la población con cerca de 100 millones de vacunas del laboratorio chino Sinovac que serán producidas en el Instituto Butantan de Sao Paulo y otras 100 millones de AstraZeneca fabricadas en la Fundación Oswaldo Cruz de Río de Janeiro.
Pero la producción local de las vacunas aún no ha comenzado y probablemente las primeras dosis fabricadas en el país tan sólo comenzarán a ser distribuidas en marzo. En medio de las hasta ahora frustradas negociaciones del Gobierno para comprar la vacuna de Pfizer, el presidente Jair Bolsonaro volvió a criticar las condiciones impuestas por el laboratorio estadounidense pese a que el regulador autorizó el martes el registro definitivo de su fórmula.
Según el mandatario, entre las condiciones de Pfizer existe una «cláusula» que exime a la empresa de «toda responsabilidad» ante «posibles efectos colaterales» de su fórmula, elaborada junto con la firma alemana BioNTech.
A la espera de que la campaña de vacunación avance con más velocidad, más estados se sumaron a la lista de gobiernos regionales que han adoptado toques de queda nocturnos en un intento por reducir las aglomeraciones y evitar la propagación de la enfermedad.
Este miércoles fue de Sao Paulo, el estado más poblado de Brasil (46 millones de habitantes) y el más golpeado por la pandemia, que anunció un toque de queda nocturno a partir del viernes para enfrentar la emergencia sanitaria, en medio de un récord en el número de hospitalizaciones por covid-19.
A partir de este viernes y hasta el próximo 14 de marzo quedarán restringidos los desplazamientos de ciudadanos en los 645 municipios paulistas entre las 23 horas y las 5 horas de la mañana siguiente, en momentos en que la región vive un recrudecimiento de la crisis sanitaria. Con la medida, la región paulista se suma a por lo menos ocho de los 27 estados del país que han adoptado el toque de queda nocturno como forma de frenar la expansión del covid.
Senado brasileño da el primer paso para permitir que empresas compren vacunas El Senado brasileño aprobó este miércoles un proyecto de ley, que aún deberá ser analizado por la Cámara de Diputados, mediante el cual se autoriza a las empresas privadas del país a comprar sus propias vacunas contra el covid-19.
Las únicas condiciones que impone la propuesta son que el 50 % de las dosis adquiridas sean donadas a la red de salud pública y que las vacunas hayan sido previamente aprobadas por la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), reguladora del sector en el país. El proyecto comenzó a tramitar en momentos en que el país roza ya las 250 mil muertes y los 10,4 millones de contagios, casi un año después de haber registrado el primer caso de coronavirus.
Esta iniciativa, que cuenta con el apoyo del Gobierno de Jair Bolsnonaro, fue promovida por un grupo de grandes empresas privadas que pretenden inmunizar a sus empleados a fin de recuperar cuanto antes la normalidad de sus actividades productivas.
El proyecto deberá ser analizado por la Cámara de Diputados, en la cual se presume que tendrá un amplio apoyo de la mayoritaria base oficialista, y ha comenzado a tramitar en momentos en que se agudiza la desconfianza en relación a la gestión del Gobierno de la pandemia y del programa de vacunación. Hasta el momento, en Brasil solamente se aplican las vacunas del laboratorio chino Sinovac y la desarrollada por AstraZeneca junto con la Universidad británica de Oxford.
En el primer caso, hay un acuerdo de cooperación con el Instituto Butantan, de Sao Paulo, que por ahora envasa la llamada Coronavac y sólo comenzará a producirla localmente hacia fines de este año. Con la vacuna de Astrazeneca existe un convenio similar con el Instituto Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Río de Janeiro, que también este mismo año prevé comenzar a producir el antídoto en sus propias plantas.
Pese a que ambos institutos brasileños no están en condiciones de iniciar su propia producción por el momento y a las dificultades de entrega en el mercado internacional, el Ministerio de Salud asegura que este año será inmunizada toda la población del país.