Los migrantes, en su mayoría originarios de Venezuela, Perú, Cuba y Colombia, partieron del lado mexicano de Ciudad Hidalgo a Tapachula, tras ser presuntamente ignorados por las autoridades.
Algunos venezolanos mencionaron que supuestas autoridades les de Ciudad Hidalgo cobraban 70 dólares para adelantarse en la fila y facilitar el trámite solicitado.
«Nos piden esos dólares para pasarnos hasta adelante, darnos el permiso migratorio y llevarnos en autobús a Tapachula y evitarnos caminar bajo el sol”, señalaron.
La caravana inició la caminata de alrededor de 48 kilómetros y después de ocho horas ingresar a Tapachula en donde se instalaron en parques y otros afuera de oficinas migratorias para intentar de nuevo ser atendidos.
“Para nosotros que venimos en la fila, se está convirtiendo en un círculo vicioso«, acusaron.
Esta es la tercera caravana que sale de la frontera con Guatemala a Tapachula en menos de 10 días lo que indica que el flujo de migrantes está aumentado de nueva cuenta por esta zona del país.