El gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo, sostuvo que cerrar la Normal Rural de Ayotzinapa «Raúl Isidro Burgos», como algunas personas promueven en redes sociales, no es la solución para esclarecer el accidente en el libramiento a Tixtla, en el que un autobús que transportaba normalistas resultó accidentado y murieron dos personas.
Astudillo Flores sostuvo que el movimiento generado en redes sociales, que promueve el cierre total de escuela, a través de la plataforma Change.org, es una reacción ante los sentimientos que ha generado entre la ciudadanía el fallecimiento del campeón de artes marciales mixtas, Jacinto Palacios Celino y su acompañante, Raquel Acosta Ayala.
Sin embargo, sin minimizar el hecho, Astudillo, al ser cuestionado sobre el tema, respondió: «No creo que sea un asunto como para cerrar la escuela».
Astudillo argumentó su posicionamiento: «Creo que el acontecimiento género sentimientos y expresiones, pero yo creo que más que cerrar la escuela, hay que saber exactamente qué pasó». «Yo creo que esto (la petición de cierre) fue ocasionado por el accidente en Tixtla, por supuesto son pérdidas de seres humanos y las reacciones se dan, pero yo creo que así como se perdieron dos vidas ahí, que son muy lamentables, hay 43 pendientes que no sabemos dónde están».
Insistió en el hecho de que la desaparición de los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos, así como el accidente del 17 de septiembre, en el libramiento a Tixtla son dos hechos lamentables en los que se generaron pérdidas humanas, hechos que necesitan respuestas y soluciones por la vía legal, consideró el gobernador.
Entrevistado al término de la inauguración de la rehabilitación de la Escuela Primaria «Daniel Delgadillo» en la comunidad de Palo Blanco, el gobernador refirió que en el caso de accidente donde Jacinto Palacios Celino y Raquel Acosta Ayala perdieron la vida, sin duda constituye un evento lamentable y circunstancial que debe tener un cauce legal para llegar al esclarecimiento de los hechos.
Respecto a lo acontecido el 26 de septiembre de 2014, dijo que se trata de un hecho reprobable, en el que a siete años de distancia, todas las aportaciones e investigaciones son importantes para saber que sucedió.
Dijo que mantiene su postura del 2014 cuando ocurrió la llamada noche de Iguala y él era diputado local, respecto al hecho de que en ese tema «no debe haber ni perdón ni olvido».