La opción de rechazar la propuesta de nueva Constitución en el plebiscito celebrado este domingo en Chile ganó con el 62 por ciento, frente al 38 por ciento que apoya aprobar el texto, escrutado con el 88.08 por ciento de los votos. Si se rechaza, el texto no sustituirá a la actual carta magna, y se quedará la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet y de corte neoliberal.
Está previsto que el presidente chileno, Gabriel Boric, ofrezca un mensaje en cadena nacional una vez se conozca el resultado, sea cual sea la opción ganadora. Los defensores del «Rechazo», principalmente liderado por los grupos conservadores y la extrema derecha celebraron la ‘caída’ de la Nueva Constitución, y ya han salido a las calles a celebrar el resultado.
El proyecto consagraba una «plurinacionalidad» indígena y establecía un nuevo catálogo de derechos sociales en salud, aborto, educación y pensiones, con un marcado énfasis medioambiental y de protección de nuevos derechos, aunque mantenía la economía de mercado.
«Es una derrota a la refundación de Chile», dijo Javier Macaya, presidente del partido ultraconservador UDI. «Vamos a continuar con la voluntad de continuar el proceso constituyente, vamos a cumplir nuestro compromiso», prometió en una rueda de prensa, rodeado de seguidores del «Rechazo» que festejaban.
En la región de Magallanes, donde el conteo se cerró una hora antes y es la zona originaria del presidente, el porcentaje a favor del «Apruebo» es del 40 por ciento, mientras que el «Rechazo» es del 60 por ciento, con más del 80 por ciento de los votos escrutados. En el balotaje de las presidenciales fue de más del 60 por ciento a favor de Boric.
Durante el día, el presidente ha hecho reiterados llamamientos a construir unidad a partir de mañana: “Puedo garantizar que nuestra voluntad y nuestra acción, independiente de cuál sea el resultado, será convocar a una amplia unidad nacional de todos los sectores, de las organizaciones, de la sociedad civil y de los partidos políticos”, dijo.
Este lunes tiene previsto recibir al presidente del Senado, Álvaro Elizalde (PS), y al presidente de la Cámara de Diputados, Raúl Soto (PPD), en La Moneda. Por primera vez, el voto es obligatorio y durante el día se registraron largas filas en distintas ciudades del país, por lo que se prevé una participación más alta de lo normal.
De rechazarse, seguirá vigente la actual Ley Fundamental, aunque Boric ya anunció que convocará un nuevo proceso constituyente y que se cumplirá con el mandato del plebiscito de octubre de 2020, en el que casi el 80 % de los chilenos pidió un cambio constitucional.
Más de 15.1 millones de ciudadanos fueron llamados a votar desde las 08:00 hasta las 18:00 horas locales para aprobar o rechazar la propuesta de nueva Constitución redactada durante un año por una convención elegida tras la ola de protestas de 2019.