Un consorcio internacional de centros científicos, coordinado por el Centro de Regulación Genómica (CRG) de Barcelona, está desarrollando un método para «resucitar» ojos humanos de fallecidos y mantenerlos vivos durante un mes para poder investigar en ellos nuevos tratamientos para la degeneración ocular.
Coordinado por Pia Cosma, investigadora del CRG, el consorcio ha ideado un dispositivo que resucitará los ojos de donantes fallecidos creando sangre artificial para proporcionar oxígeno y nutrientes a las células, reactivar la actividad de las células nerviosas y restaurar la función total del ojo.
También desarrollarán el humor vítreo artificial que mantendrá la presión ocular del ojo.
Según ha explicado Cosma, la tecnología actual sólo permite que los ojos puedan mantenerse a 4ºC durante un período de 48 horas, antes de su degradación irreversible, lo que limita su uso para experimentos, sobre todo para probar la efectividad de nuevos medicamentos y tratamientos.
Aunque existen avances en organoides humanos (tejidos que crecen en una placa de Petri) que imitan la función del ojo, no logran encapsular la complejidad fisiológica del órgano, como sus sistemas inmunológico, vascular y metabólico.
Por eso, al revivir los ojos, los científicos quieren evitar estas limitaciones y mantenerlos sanos durante al menos un mes, lo que ayudará a evaluar la eficacia, eficiencia y seguridad de las nuevas terapias regenerativas y las pruebas con fármacos.
Los científicos también destacan que usar ojos resucitados también puede eludir varias restricciones éticas de las pruebas preclínicas con animales, así como la experimentación humana.
El dispositivo para resucitar los ojos de fallecidos, llamado ‘ECaBox’, tendrá forma de cubo transparente que imitará las condiciones del ojo humano vivo, manteniendo su temperatura y los niveles de pH, y al mismo tiempo evitará que se formen de coágulos de sangre y eliminará los desechos metabólicos y las toxinas.
El proyecto ha recibido 3,5 millones de euros del programa de investigación FET-OPEN de la Unión Europea, que financia nuevas tecnologías de vanguardia y, en este caso, para impulsar la investigación para tratar la discapacidad visual, que afecta a más de 250 millones de personas en todo el mundo, donde 36 millones de personas viven con ceguera, un número que se espera que crezca con el envejecimiento de la población.
Los científicos tienen previsto que un prototipo preliminar del dispositivo esté listo para finales de 2023 y que, una vez terminado, se use para probar las terapias regenerativas retinianas desarrolladas en el propio CRG.
ECaBox se creará mediante una colaboración interdisciplinar entre siete centros de investigación: el CGR, la Universidad de Barcelona y el Instituto de Bioingeniería de Catalunya (IBEC), en España; el King’s College London (Reino Unido), la Asociación para el Avance de la Ingeniería de Tejidos, Tecnologías y Terapias Basadas en Células (Portugal), AFERETICA (Italia) y la Universidad Bar-Ilan (Israel).
Esta nota originalmente se publicó en Milenio