La Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús continuaron con la Jornada Nacional de Oración por la Paz en nuestro país, y este domingo 24 de julio convocaron a todos a llevar fotografías de las personas amigas o familiares que perdieron la vida a consecuencia de la violencia o han desaparecido.
En una nueva convocatoria, los religiosos ahora le pidieron a todos los sacerdotes que realicen una oración especial por ellas, “pedir verdad y justicia, y consuelo para sus familiares, todo esto como un gesto de acogida y memoria del sufrimiento de Cristo en nuestro país”.
También el próximo domingo 31 de julio, que es la fiesta de San Ignacio de Loyola, sea un día de oración por la conversión de los victimarios, y para que logremos realizar “la mejor política” que convoca el Papa Francisco en el capítulo 5 de su encíclica Fratelli Tutti, centrada en el encuentro, el diálogo, el consenso y la restauración de la comunidad.
En su comunicación, las tres Iglesias dijeron que están convencidas de emprender un proceso de construcción de paz junto con otros y otras, “nuestra base está en la oración que tiende puentes entre los artesanos y las artesanas de la paz”.
Para esto, solicitaron a todos los feligreses y simpatizantes de la causa que envíen al correo: comunicacion@cem.org.mx y al WhatsApp 5537654176 sus fotografías de las actividades realizadas pues “pedimos al Dios de la vida que nos envíe su Espíritu de paz, que nos regale sus dones y que seamos instrumento de paz. Que Santa María de Guadalupe nos acompañe con su mirada maternal y sea nuestra maestra en esta tarea de construir la paz”.
Explicaron que como Iglesia se sienten llamados y enviados a recuperar la dimensión sagrada de la vida, a reforzar el diálogo entre los diferentes actores sociales para recuperar la unidad de comunidades fragmentadas y divididas, y caminar juntos hacia la justicia, la reconciliación y la paz.
“Necesitamos crecer en una cultura de escucha, diálogo, respeto, humildad y apertura hacia nuevos horizontes. Como Iglesia seguimos reflexionando en lo que necesitamos emprender en este momento crítico que vive el país, sin perder de vista y reconocer nuestras omisiones y errores. Hoy nos sentimos interpelados ante esta realidad y deseamos actuar de manera articulada junto con todos los que claman la justicia, la reconciliación y la paz”, explicaron.
En este itinerario de construcción de paz y el reto que enfrentamos de mantener la memoria, demandar justicia, frenar la violencia y ser artesanos de paz, por lo que llamaron a continuar con la Jornada Nacional de Oración por la Paz con ambas actividades.
Dijeron estar alegres y agradecidos por la respuesta que las diferentes comunidades parroquiales, movimientos laicales e institutos de vida consagrada han tenido ante el llamado a la Jornada de Oración por la Paz, así como la solidaridad de otras tradiciones religiosas y grupos sociales para sumarse a este gesto de unidad para nuestro país.
“Experimentamos un tiempo de gracia para reconstruir nuestra convivencia social tan dañada por la violencia; una vez más, Jesús Resucitado se nos presenta, cuando estábamos confundidos y encerrados, para enviarnos a trabajar por la paz”.