El 14 de febrero del 2019, un hombre falleció debido a un mal diagnóstico médico y a la falta de atención oportuna en los hospitales Doctor Manuel Gea González y Nacional Homeopático, ambos de la Ciudad de México.
Por ello, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) realizó una recomendación al secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela, por la “inadecuada atención médica proporcionada” al paciente Mediante el documento, la CNDH señala que en su investigación confirmó que, por la falta de atención de urgencia y los diagnósticos contradictorios, “se violaron los derechos humanos de la víctima”.
El 11 de febrero de 2019 el paciente acudió con dolor abdominal al servicio de urgencias del Hospital General Doctor Manuel Gea González, donde se le diagnosticó apendicitis aguda no especificada. Sin embargo, uno de los médicos le recomendó a la víctima que acudiera a otro centro médico para continuar con el abordaje, ya que no contaban con espacio físico suficiente. No obstante, en la hoja de urgencias se consignó que el paciente se iba “por voluntad propia”.
Un día después, la víctima, acompañado por su familia, se dirigió al Hospital Nacional Homeopático, donde fue atendido cinco horas después de presentarse. Allí, el personal médico descartó apendicitis y le diagnosticó coproestasis secundaria a probable estreñimiento crónico.
Desafortunadamente, sucedió lo mismo que en el anterior hospital: le fue prescrito medicamento y se le informó que no contaban con espacio en el área de urgencias para concluir el protocolo. Tas estas declaraciones el paciente abandonó el hospital pese a sus continuos dolores. Su sintomatología se agravó.
Para el 14 de febrero fue ingresado al área de urgencias del Instituto Nacional de Nutrición Salvador Zubirán, donde los médicos lo ingresaron al área de resucitación cardiopulmonar para iniciar la reanimación hídrica, ya que presentó un choque por hipotensión severa.
Debido a la gravedad de su estado, fue intervenido quirúrgicamente el mismo día de su ingreso, y se le realizó una apendicectomía y un lavado de cavidad. La CNDH confirmó que su condición de salud se deterioró y sufrió un paro cardiorrespiratorio irreversible, por lo que falleció ese mismo día, teniendo como causas de muerte septicemia y apendicitis aguda, según constó el certificado de defunción.
Después de dos años de investigación, la defensoría nacional concluyó que el caso pasó por “diversas irregularidades, negligencias y omisiones por parte del personal médico que atendió a la víctima.
“Al no ser operado inmediatamente por la apendicitis que padecía, ésta le produjo una severa septicemia”, declaró el organismo. Ahora, la CNDH pide al titular de la Secretaría de Salud que, en conjunto con la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), se otorgue a los familiares de la víctima apoyo psicológico necesario.
Además, deberá realizar el cálculo de la indemnización que la Secretaría de Salud pagará a los familiares como reparación integral del daño.