Con la reactivación del centro ferrocarrilero de Matías Romero, cerrado desde agosto de 1999 tras la privatización de Ferrocarriles Nacionales de México (Ferronales), al menos 300 jubilados del riel, alegres, esperan que en esta nueva etapa contraten a sus hijos y nietos, dijo el exdirigente de la sección 13, Reynel Chiñas García.
Además, añadió, con la ampliación de la estación ferroviaria, como Centro único de mando y Control para la operación de los trenes que corren en Veracruz, Chiapas, Tabasco y Oaxaca, Matías Romero recuperará su esencia como la ciudad que antes de la privatización contaba con mil 500 ferrocarrileros que dejaban una derrama económica de 8 millones de pesos al mes.
El pasado sábado 12 de agosto, recordó Reynel Chiñas, quien fue secretario general de la sección 13 del sindicato ferrocarrilero entre 1992 y 1995, decenas de jubilados saludaron al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador con la esperanza de que la reactivación del Tren Transístmico genere empleos para sus descendientes.
Para el exdirigente sindical de los trabajadores del riel, con la reconversión del centro ferrocarrilero de Matías Romero, 24 años después de la privatización ejecutada por el entonces Presidente de México, Ernesto Zedillo, “dejaremos atrás la noche negra que significó el cierre de los talleres, los despidos, disfrazados de retiro voluntario, y las inconclusas liquidaciones”.
En la víspera del Día del Ferrocarrilero, en noviembre de 1999, EL UNIVERSAL recorrió los talleres donde unas 35 locomotoras, 100 furgones, decenas de carros pullman, abandonados, comenzaban a deteriorarse en espera de compradores, al igual que lockers, motores, tornos y fresadoras, ubicados en los amplios talleres de mecánica, soldadura, electricidad y carpintería.
“La verdad no sabemos si entre los planes de la Secretaría de Marina (Semar) que tiene a su cargo la operación del Tren Transístmico se contemple la contratación de los hijos y nietos de los jubilados”, comentó Reynel Chiñas García, ferrocarrilero jubilado que como todos crecieron con espíritu de lucha de Demetrio Vallejo Martínez y de Valentín Campa Salazar.
“Esperamos que así sea, para que Matías Romero recupere la esencia de su historia vinculada al ferrocarril desde hace dos siglos y que propicie el desarrollo económico de la zona norte del Istmo de Tehuantepec”, señaló Chiñas García, quien mostró orgullo al conocer que la nueva estación ferroviaria de Matías Romero se llamará Demetrio Vallejo Martínez.
“Demetrio, es un paisano nacido en El Espinal, Oaxaca, muy cerca de aquí, de Matías, y encabezó una larga huelga entre 1958 y 1959 en el sistema ferroviario del país a favor de los derechos de los trabajadores del riel. Ojalá que con la reactivación del tren se mantenga entre los ferrocarrileros ese espíritu de lucha”, consideró.