“La culpa la tiene Fox”, afirmó el consejero del Instituto Nacional Electoral (INE), Uuc-kib Espadas, acusando al ex presidente de ser el responsable de que en México resultaran necesarias las revocaciones de mandato, con lo que abonó a la discusión de consejeros y consejeras, que se debatían la razón, entre si la consulta debe celebrarse o si es un lamento y una regresión.
Era de esperarse. Los lineamientos de revocación de mandato desatarían las ya clásicas polémicas en las intensas e interminables sesiones del Consejo General del INE, donde ya no sorprende que como en consultorio terapista, se exhiban críticas, creencias, filias y fobias, y hasta traumas personales. Esta vez incluso, cierres de ciclo, amistades indecibles y adeudos de barbacoa.
Las y los consejeros se aventuraron a dejar clara su posición sobre la revocación de mandato. Algunos, mantuvieron un discurso neutral, apegado a su deber de árbitros, asegurando que el INE cumple con lo que le toca.
Mientras que el consejero Uuc-kib Espadas recurrió a recordar aquellos años en los que era opositor en el PRD, pues para él la culpa de todo la tiene Vicente Fox, haciendo alusión, además, al fallido juicio a ex presidentes de la pasada consulta popular.
“No es que yo quiera hacer propaganda a la crónica y herrada de la pasada consulta popular, pero la culpa la tiene Fox. El presidente Fox claudicó en el deber ordenado por las urnas de consolidar la transición democrática mexicana, lo cual pasaba necesariamente por una reforma constitucional muy profunda, su hipótesis fue que se podía gobernar la transición con las mismas reglas con las que el partido de estado había gobernado los 70 años anteriores.
“Y eso es lo que nos tiene en esta discusión, ¿me explico? Avanzada la Presidencia había una gran pérdida de popularidad y no existían métodos institucionales para una eventual remoción de un Presidente de la República que ya no contaba con el respaldo popular correspondiente”, dijo.
Pero el día se lo llevó el representante suplente de Morena que en las últimas sesiones se ha caracterizado por sus participaciones que él mismo justifica por su “novatez”, ante las cada vez más recurrentes, y ahora definitivas, ausencias del diputado Sergio Gutiérrez Luna, quien tuvo su última participación en el INE el viernes, al recibir las constancias de las diputaciones federales. Volvamos a Eurípides.
Es el nombre del representante de Morena, quien en un nuevo capítulo de lo que ya parece la sección de “las lógicas de Eurípides”, el INE no debe apegarse a las determinaciones “verbales” de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF). Como si en verdad desconociera que se trata del máximo órgano de resolución electoral.
Eurípides cree que las determinaciones no valen hasta que los implicados hayan leído completa la sentencia. “Consideramos que no deben acogerse a lo que se estableció de manera verbal en la sesión de la Sala Superior, que quedó asentado en las versiones estenográficas, pero que no se ha aterrizado en una sentencia formalmente”, mencionó.
Insistió en que el presupuesto del INE no se reduce, sólo no se aprueba, que la revocación de mandato es como una consulta popular, que los costos deben ser los mismos, que no se respeta la austeridad, que es desproporcionado, que él multiplica el costo por el número de casillas, que el INE excede sus facultades, que no va a permitir que se intente silenciar al Presidente, que en serio por qué sale tan caro.
Eurípides, no vio venir el bombardeo de los consejeros y representantes de partidos de oposición que, por un momento, ya parecía bullying. -Tiene todos los elementos para hacer un balance serio, ¿por qué insiste usted en una comparación inválida?
– ¿Está de acuerdo en que 436 días de omisión legislativa es un retraso? – Su comparación no tiene sentido. – ¿No cree usted que para hablar de costos se debe hablar no sólo de casillas, sino de otros temas?
– ¿No cree que un monto incluye contratación de supervisores, capacitadores, material y documentación? – La discusión de si hay o no hay facultades, ya está la sentencia, eso es un tema secundario.
– Transmitirle al representante de Morena de acuerdo a sus preocupaciones y prurito jurídico que el INE ya fue notificado. Primer argumento que se cae de sus objeciones. – Me llama mucho la atención el tono de la discusión poco informado.
– Un buen consejo es comparar manzanas con manzanas y no peras con manzanas. – Me darían ganas de preguntarle, desde su punto de vista, ¿cuánto cree que costaría? No sé si lo sepa. – De veras, en el mejor de los ánimos, tiene que ser una discusión informada, no meros discursos falaces que son atractivos.
– Lo invito a que no se base en especulaciones. Eurípides resistió. Con respuestas enredadas, redundancias y contestando con otras preguntas. Con los mismos argumentos que ya le habían replicado, pero que eran los que llevaba en el acordeón. La maratónica sesión incluyó otro de los capítulos que también se han vuelto recurrentes y lamentables.
Las incongruencias de los consejeros que se envuelven en el discurso de paridad, pero cuando deben votar buscan regresiones con cualquier pretexto.
Primero, en un clásico discurso patriarcal, el consejero Ciro Murayama pidió que no se excluyera a los hombres en la lucha de las mujeres porque también han sido parte de sus logros. Luego, se sumó a tres consejeros que enfrentaron a las mujeres, que lograron por mayoría imponer la paridad en las gubernaturas que se renuevan en el 2022, frente a las muecas y resistencias de sus compañeros.
Al final de la sesión, el Consejo General se llevó más de una hora despidiendo a los representantes de las bancadas legislativas que participaban en su última sesión. Las diferencias se olvidaron. Como en el último día de clases, todos se ofrecieron cariño, respeto, disculpas, reconocimientos, amistad.
Todas y todos coincidieron en hacerle un reconocimiento al diputado de Morena, Alejandro Viedma que a diferencia de su compañero Gutiérrez Luna siempre externó sus posicionamientos, desacuerdos y críticas con respeto. Al despedirse, se le entrecortó la voz, se disculpó por la nostalgia y fue insistente en que a su manera, buscó hacer lo mejor que pudo.
La consejera Dania Ravel ventiló que le debía una barbacoa, el morenista respondió a los halagos y prometió cumplir su deuda en tiempo y forma. “Muchas gracias, diputado Viedma. Y si nos invita a los demás, se lo vamos a agradecer también”, remató Lorenzo Córdova, tras 12 horas de sesión y dejando al morenista con tremenda presión. Y más política que social.