Niñas, niños y adolescentes de Oaxaca en situación de trabajo infantil y migración enfrentan barreras para ejercer su derecho a la educación; condiciones de vulnerabilidad que se agravaron con la pandemia, aseguró Carlos Camacho Hernández, coordinador de políticas públicas del programa Campos de Esperanza en Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda).
Entre las principales barreras, explicó, están su derecho a la identidad porque carecen de un acta de nacimiento, algunos tienen doble registro por tener dos nacionalidades y quienes emigran junto con sus familias para trabajar en los campos agrícolas dejan por temporadas sus estudios.
Algunas instituciones educativas, por desconocimiento más que por mala voluntad, niegan el derecho a la educación de los niños, niñas y adolescentes, porque se piensa que deben presentar forzosamente sus documentos de identidad o presentar un acta de nacimiento mexicana; en otras, se les imposibilita de continuar con sus grados académicos en otras entidades del país, a las cuales emigran.
“Por ejemplo, de niños y niñas que nacieron en Estados Unidos porque sus papás se fueron a trabajar ahí, pero por alguna situación regresan a su comunidad de origen. Es muy común que los maestros, por desconocimiento, le soliciten que tengan actas de nacimiento mexicana o de Oaxaca, de repente tienen la idea en el IEEPO que forzosamente tengan los documentos de identidad, como acta de nacimiento o Clave Única de Registro de Población (CURP)”.
Es por eso, dijo, que el Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO) en coordinación con World Vision México y SiKanda, se creó la Guía para el Acceso a la Educación de Niñas, Niños y Adolescentes en Contextos de Migración y/o Trabajo Infantil con la que se busca que el personal docente, educativo y las autoridades tengan los conocimientos necesarios para no negarles los servicios educativos.
La guía surgió por el trabajo de campo que realiza SiKanda en algunas de las comunidades de la Cuenca del Papaloapan en donde se detectaron muchos casos en los que adolescentes se les complicaba ingresar a la secundaria o tener un certificado de estudios porque no tenían la CURP o acta de nacimiento; otros tenían una doble nacionalidad o un doble registro y se les exigía una acta de nacimiento mexicana.
“Es común que le promuevan que hagan este doble registro, esto posteriormente es muy complicado porque tienes doble identidad y en estos casos se vuelve más complejo porque requiere iniciar un proceso judicial y la resolución de un juez para cancelar la segunda acta, la mexicana”.
Carlos Camacho mencionó que también ocurre que en algunas comunidades personas que son gestores o intermediarios y a veces cobran esos servicios, y con la guía es una oportunidad para que conozcan que todos esos trámites deben ser gratuitos.
Con el IEEPO se han realizado cinco jornadas de capacitación a personal docente, directivo y a servidores públicos estatales y municipales de la región de la Cuenca. En ellas, encontraron que aunque muchas veces hay buena intención, se desconoce de los procesos para garantizar su derecho a la educación.
De la misma forma, permitieron conocer la magnitud de estas situaciones que enfrentan los niños, niñas y adolescentes, las cuales son más frecuentes de lo que se pensaba.
Con la guía se pretende promover que no debe haber ninguna razón para la discriminación o negación para prestar los servicios educativos y también reconocer que aun cuando no es del todo su responsabilidad, los docentes sí pueden apoyar, orientar a las familias para realizar algunos trámites como el acta de nacimiento, CURP, acta extranjera.
“O si están en alguna situación de trabajo infantil porque son familias jornaleras agrícolas, como pueden acudir a alguna instancia municipal o estatal. Reconocemos también el potencial y la labor que pueden tener los docentes y directivos para poder orientar”.
Además, la guía ofrece herramientas para la “portabilidad de sus estudios” de los menores migrantes hijos o hijas de jornaleros agrícolas, para que tengan la posibilidad de continuar us estudios en diferentes entidades del país.
El coordinador de políticas públicas del programa Campos de Esperanza en Solidaridad Internacional Kanda (SiKanda) señaló que no debe haber ninguna razón para la exclusión de niños y niñas en el sistema educativo.