Tras padecer diversos tipos de violencia, Luvia disolvió su relación personal con Fidel Gallegos Figueroa, quien es Juez Segundo de Distrito y con quien tiene un hijo de cuatro años. Priorizando la protección del menor y para proteger su integridad, Luvia solicitó la custodia, misma que le fue otorgada de manera provisional.
Esto cambio el pasado 9 de julio, Joanna Vasconcelos Sánchez, Jueza Cuarto Familiar del Distrito Judicial del Centro, resolvió modificar la guardia custodia, a la modalidad de custodia compartida entre ambos padres; desatendiendo el interés superior del niño, denuncia Luvia; al dejarlo con su progenitor prácticamente cinco días, sin convivencias ni ningún tipo de comunicación con su madre.
Dicha modificación pone en riesgo la integridad física y emocional del menor, toda vez que durante las convivencias a decir del propio niño es violentado por su padre y la actual pareja de éste, según lo que ha informado la denunciante a la autoridad.
Según Luvia, la juez desatendió los informes psicológicos emitidos por la Procuraduría Estatal de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes del Estado de Oaxaca (Prodenao) y la psicóloga particular del menor, en donde se pone de manifiesto la violencia que sufre por parte de su padre.
Los argumentos en los que la jueza Joana Vasconcelos Sanchez basó su decisión de modificar la guarda y custodia del menor, se encuentran el hecho de que Luvia en ocasiones se retrasó algunos minutos de la hora acordada y en una ocasión llegó tarde a la entrega de su hijo, porque venía de una diligencia familiar, lo cual justificó con copia de documentación y vía telefónica avisó al juzgado; no obstante, la jueza Joana Vasconcelos consideró tale circunstancias impedimento para la convivencia por parte de Luvia.
En su denuncia, la madre de familia manifiesta que la jueza familiar también consideró impedimento de las convivencias el hecho de que su hijo de cuatro años, en algunas ocasiones se haya quedado dormido en el trayecto a las convivencias, atribuyéndole la responsabilidad a ella y sin tomar en cuenta que el trayecto al Juzgado Cuarto Familiar es largo, desde su vivienda en Xoxocotlán, hasta la colonia Reforma, donde se realiza la entrega del menor a su padre.
Luvia resalta que la jueza pone en tela de juicio sus argumentos, así como que padezca problemas de salud, a pesar de presentar justificantes médicos correspondientes, los cuales asegura que no son tomados en cuenta.
La mujer señala, incluso, que Gallegos Figueroa, su expareja y también juez, ha realizado solicitudes aun sin escritos y sus peticiones son atendidas de manera inmediata.
“Es preocupante y peligroso el actuar de la jueza, a quien le parece riesgosa mi tardanza para llegar a las convivencias de mi hijo con su progenitor, pero no le parece riesgoso otorgarle la custodia por cinco días a un violentador”, denuncia la madre a EL UNIVERSAL.
De acuerdo con estadísticas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la violencia familiar es una de las principales causas de divorcio en Oaxaca.
Ante ello, organizaciones feministas y activistas han mostrado su indignación y difundido el caso, señalando que las mujeres, además de enfrentarse a las obligaciones de sostener y procurar a sus hijos, asumir obligaciones laborales y del hogar, enfrentan procesos legales largos, tediosos y sin perspectiva de género.
Sobre los riesgos que corre su hijo, Luvia detalla que existen las denuncias ante la autoridad ministerial correspondiente, pero denuncia que el abuso de poder que ejerce Fidel Gallegos Figueroa, en su calidad de Juez Segundo de Distrito en el Estado de Oaxaca, ya permeó incluso en la Fiscalía de Género.
En marzo pasado, Luvia asistió a denunciar al funcionario, agregando que la Fiscalía de Oaxaca inició ocho carpetas de investigación en contra del juez por diversos delitos, como abuso, acoso y violencia doméstica.
Pese a las pruebas, la jueza Joana Vasconcelos resolvió la reducción de la pension alimenticia del menor a 10%, por lo que Luvia asegura que no se están protegiendo los derechos del niño, sino se privilegian y cuidan los intereses de su expareja.
Ante lo expuesto, Luvia pide que la guarda y custodia de su hijo de cuatro años se resuelva atendiendo al interés superior del niño, es decir, se proteja su integridad física y psicológica y se le permita vivir una vida libre de violencia.