El viernes por la noche, cientos de cubanos rindieron un homenaje a las víctimas de una explosión en un hotel de la zona colonial de La Habana, donde, al menos un centenar de personas resultaron heridas y 46 murieron.
La fuerte explosión hace una semana en el hotel Saratoga, uno de los más conocidos de la zona colonial, ocasionó derrumbes en varios de sus pisos y se necesitaron decenas de rescatistas y varios días para hallar los cuerpos en medio de los escombros.
Los familiares de los fallecidos llegaban al parque frente al hotel Saratoga con lágrimas en sus ojos y carteles con la frase: «Siempre con Nosotros» y los nombres de los muertos.
Colocaron ramos de flores y velas junto a las fotos de sus seres queridos, mientras eran observados por un grupo de bomberos y fuerzas de rescate que participaron en las labores de recuperación de los cuerpos.
«Teníamos que estar aquí compartiendo el dolor con los familiares y amigos, acompañándoles», dijo una trabajadora de la Universidad de las Ciencias Informáticas a la espera para acercarse a los improvisados sitios de homenaje.
Autoridades sanitarias de Cuba reportaron 99 personas heridas y que cuatro de los muertos eran niños. Uno de los fallecidos era una turista de España y otra una mujer embarazada.
El presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, dijo que la explosión fue causada por una fuga de gas en el hotel, pero que las investigaciones continuarán.
Díaz-Canel había anunciado el jueves luto oficial en el país para rendir tributo a los fallecidos. La explosión dañó gravemente dos edificios de apartamentos contiguos y también 17 estructuras en un radio de dos de cuadras, unos 200 metros.
El hotel de estilo neoclásico estaba cerrado y un grupo de trabajadores y funcionarios estaban en el interior cuando ocurrió el accidente.
Autoridades del turismo local dijeron que los planes habían sido reabrir el Saratoga a mediados de mayo.