El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, ofreció este jueves a su país como puente entre la Unión Económica Euroasiática (UEE), encabezada por Rusia, y la región de América Latina y el Caribe.
«Nuestro país tiene unas relaciones amplias y multilaterales con los países de América Latina y el Caribe, lo que le permite servir de puente para forjar lazos entre nuestros países», dijo Díaz-Canel durante su intervención por videoconferencia en la cumbre de la UEE.
Destacó que América Latina y el Caribe tienen un gran potencial para el incremento de la cooperación con la UEE dados sus ingentes recursos naturales y su inestimable capital humano.
Díaz-Canel acusa orden mundial injusto
Díaz-Canel subrayó que la situación internacional sigue degradándose, «resultado lógico de un orden mundial injusto«, crisis económica y social que afecta principalmente «a los países más pobres».
Acusó a algunas potencias de provocar la desestabilización y el aislamiento de los gobiernos que ansían un orden multilateral a través de las sanciones y la injerencia en los asuntos internos, política que consideró «inadmisible».
«Tales organizaciones como la UEE demuestran que es posible otra relación entre los países», destacó el líder cubano, quien ve a esa organización como «un mecanismo integrador y un modelo alternativo capaz de aunar la voluntad de los pueblos» para afrontar desafíos como la pobreza o el cambio climático.
Díaz-Canel aseguró que su país sigue siendo «fiel» a un mundo en el que se prioricen los intereses y necesidades de los países del sur, lo que solo puede ocurrir a través del incremento del comercio en línea con el potencial de cada país.
En particular, destacó el potencial del incremento de los intercambios en sectores como energía, alimentación, industria, farmacéutica y biotecnología.
A su vez, adelantó que el primer ministro cubano, Manuel Marrero Cruz, asistirá en junio a la reunión del consejo intergubernamental de la UEE que se celebrará en Sochi (mar Negro).
Insistió en que para el gobierno de la isla la profundización de las relaciones con una organización que incluye a Rusia, Kazajistán, Bielorrusia, Armenia y Kirguistán es una prioridad, ya que, argumentó, «una relación solidaria es garantía de un orden mundial multipolar».