Ayer por la tarde, las personas realizaron un agujero en la tierra para atravesar el alambrado y llegar al muro metálico, donde regularmente los recibe la Patrulla Fronteriza.
Al ver la maniobra, los militares estadunidenses ordenaron a los migrantes detenerse y les dispararon balas de goma; un migrante recibió las balas en el rostro y en una mano y presentó lesiones menores.
Desde el año pasado los soldados de Texas han instalado más de 132 kilómetros de alambre de púas junto al Río Bravo para tratar de contener la migración irregular.
En los últimos meses se ha colocado una doble barrera de alambre en algunos tramos. Personas migrantes se han atorado en el amarrado e incluso han resultado lesionadas.