En enero de 1969, The Beatles se enfrascaron en un proyecto que dejó interminables horas de grabaciones fílmicas y de audio, pero también dejo desacuerdos, discusiones y peleas que se materializaron en el disco que marcó su fin como banda: Let It Be, el cual tuvo hasta tres productores y no los dejo satisfechos.
Para conmemorar el medio siglo de su lanzamiento, además del nuevo documental a cargo de Peter Jackson que se estrenará en noviembre, se anunció que el 15 se octubre próximo se pondrá a la venta una edición de lujo, similar a las lanzadas por los 50 años de los discos Sgt Pepper’s Lonely Hearts Club Band (2017), White Album (2018) y Abbey Road (2019).
Dicha edición contará con una nueva mezcla del álbum original; vendrán dos discos con ensayos y los descartes de las sesiones de enero de 1969, y el cuatro disco tendrá la mezcla realizada por Glyn Johns, y que a Paul McCartney le parecía la correcta, pero que fue descartada de último momento.
El quinto disco contará con nueva mezcla de los sencillos «Let It Be» y «Down Let Me Down», así como mezcla alterna de «Across The Universe» y «I Me Mine».
Giles Martin es el encargado de mezclar el disco que acabó produciendo Phill Spector, pese a la oposición de McCartney y de su padre, el mítico productor George Martin, quien falleció en 2016.
Cuando salió a la venta Let It Be, en mayo de 1970, Martin, quien pese a que estuvo en el proceso de grabación del proyecto llamado en un principio “Get Back”, obtuvo un simple agradecimiento (“Thanks to George Martin”) que sustituyó al crédito habitual “Recording produced by George Martin” de todos los demás discos de The Beatles.
Y es que las tensiones entre la banda se remontan a 1968, durante la grabación del Álbum Blanco, donde cada uno se esmeraba en su material y usaba a los otros como músicos de soporte.
“Por primera vez tuve que partirme en tres porque grabamos en tres estudios al mismo tiempo. Fue un trabajo muy fragmentado…”, narró George Martin en el libro The Beatles Anthology, publicado en el año 2000.
Con el fin de reducir la tirantez que produjo ese disco, Paul McCartney propuso retomar sus orígenes: rock sencillo sin tantos arreglos y regresar a las presentaciones masivas. La idea consistía en grabar un documental con los ensayos de canciones nuevas, que se presentarían en un magno concierto, con lo cual “mataban dos pájaros de un tiro” al entregar un nuevo filme al que estaban obligados contractualmente y presentaban un disco novedoso.
Sin embargo, las sesiones fueron tormentosas, tal y como se aprecia en una escena de la película Let It Be y retomada en el especial de tv The Beatles Anthology, de 1995, donde George Harrison responde a un reclamo de Paul con un: «voy a tocar lo que tú quieras que toque, o no voy a tocar si es lo que quieres…”.
Las cintas se “enlatan” mientras sale a la luz Abbey Road (producido por Martin), y tras intentar varias veces con el ingeniero Glyn Johns obtener un disco “decente”, John Lennon, con la pequeña complicidad de Harrison y la omisión de Ringo Starr, da las grabaciones a Spector, lo cual ocasionó el enojo de Paul y George Martin; del primero porque el estadounidense incluyó su “muro de sonido” y voces femeninas en canciones que pretendían ser “rockeras”, y el segundo porque, a su juicio, el crédito final debió ser: “Producido por George Martin; re-producido por Phil Spector”.
“El Let It Be de Phil Spector no me gustó nada. Siempre había sido un gran admirador suyo. Siempre encontraba sus grabaciones fantásticas, y desde luego creó sonidos geniales. Pero con Let It Be hizo todo lo que no nos habían dejado hacer a nosotros (Glyn Johns y Martin), y no muy bien, por cierto. Me cayó muy mal por cierto, porque para mí era ultrajante. Era vulgarizar a The Beatles (al) hacer que sus discos sonaron como los de otros”, criticó acremente Martin al rememoran el momento en La Antología.
McCartney, por su parte, siempre renegó del disco, hasta el grado de publicar en 2003 su versión “desnuda” de esas grabaciones (Let It Be… Naked).
Lennon, por su parte, alabó el trabajo de Spector: “(Phil) Siempre había querido trabajar con The Beatles y le dieron la mierda peor grabada que te puedas imaginar, con un mal rollo increíble, y él le sacó jugo. Hizo un trabajo excelente”, señaló en una entrevista publicada en 1970 y recuperada para el libro The Beatles Anthology.
Let It Be fue lanzado el 8 de mayo de 1970, y pese a las críticas, fue un éxito de ventas; la edición del 50 aniversario es pues una pequeña revancha al ser un Martin, apoyado por el ingeniero Sam Okell, quien muestra una nueva versión de aquel disco… el último que lanzaron The Beatles.