Luego de que un grupo de policías estatales y municipales desplegaran un operativo para evitar que un grupo de desplazados triquis se manifestara e instalara en plantón en el Zócalo de la ciudad de Oaxaca, el edil capitalino, Francisco Martínez Neri (Morena) justificó la presencia policial de alrededor de un centenar de elementos para impedir el paso de al menos una veintena de inconformes.
«El uso de la fuerza pública tiene que ser en función de que no lesione a ninguna persona, pero que sí sea lo suficientemente amplia para evitar que al rato sea al revés. Porque dos policías no impidieron que un grupo de 20 o 30 personas hicieran tal o cual cosa… me parece que es un asunto razonable», dijo.
Cuestionado por medios de comunicación sobre la falta de elementos de seguridad para la vigilancia y para el cuidado de la población, el edil argumentó que los elementos se destinan a resguardar los espacios que «ya han sido salvados», como el Zócalo donde grupos triquis se mantuvieron instalados por 12 años.
Y añadió que una vez que terminen de resguardar los espacios públicos durante las manifestaciones, los policías pueden retomar sus labores de vigilancia.
«Yo creo que no está por de más tomar las previsiones necesarias. Si no lo hacemos así, la sociedad va a decir: dónde está la policía», sostuvo.
No obstante, negó que se esté empleando la fuerza pública contra los grupos de manifestantes, pues no se está reprimiendo a las personas.
«La fuerza pública tiene su necesidad de ser cuando ésta se requiere, es el uso legal de la fuerza pública, pero cuando se resguarda, me parece que no hay una violacion», expresó.