Yuriria Independencia Torres Alfaro, artesana de papel picado, con 30 años de experiencia, señaló que su labor la aprendió de su padre Alberto Torres, y que al menos tres generaciones han trabajado en realizar esta artesanía.
Yuriria ha adornado diferentes espacios y recintos culturales del país y de Estados Unidos.
«Desde muy niña me ha gustado dibujar y por eso me llamó la atención. Me gustan también las tradiciones, que al conjugar el papel picado, el dibujo y la tradición, es lo que me apasionó para seguir con esta labor de preservar y difundir esta técnica ancestral”, expresó emocionada Torres Alfaro.
Entrevistada en su taller, ubicado en Xochimilco, y rodeada de jóvenes trabajadores, que considera sus amigos y familiares, la también licenciada en Diseño Gráfico ha logrado posicionarse en el gusto de público y de instituciones que buscan el trabajo artesanal que realizan.
Al jubilarse su padre, inició la empresa; una labor que ya hacía, pero como un pasatiempo nada más. Fue hasta que se retiró de la docencia y con la ayuda de sus hijos, que inició con la elaboración de papel picado, una nutrida aportación a las tradiciones mexicanas.
Yuriria relató que cuando era niña dibujaba mascotas, rostros y un poco de paisaje, pero su padre inició el taller dibujando los glifos de Xochimilco.
Con el tiempo fue requerido para hacer otro tipo de dibujos para fiestas de XV años y bodas.
Hoy en día y a menos de unas semanas para celebrar el Día de Muertos, 1 y 2 de noviembre, la gente le pide papel picado de calaveras, obras que su padre buscó en su momento en gráficas de José Guadalupe Posada, de ahí salió la Catrina y el Catrín, entre otros, que en la actualidad son de los más solicitados para adornar las ofrendas.
El taller cuenta con diseños propios como el borrachito, la pareja, los novios, el gato, el perrito, así como los héroes de la Independencia para las Fiestas Patrias.
Sin embargo, para el resto de los meses, que no hay festividades, ellos le llaman primaveral o pájaros y flores, adornos que se utiliza en diversas fiestas, así como para otros tipos de eventos con motivos de charrería, juguete mexicano, cocina mexicana, prehispánico y fiestas mexicanas.
En el taller trabajan con papel y con plástico de diferentes colores. Tienen mesas grandes en las que los 13 o hasta 20 empleados, dependiendo la temporada, trabajan con esmero y dedicación en la fabricación de papel picado, con la ayuda de martillos y cinceles.
Yuriria explicó que la materia prima que utilizan la compran sobre todo por temporadas para las festividades de septiembre y noviembre, pero estas las realizan desde el mes de julio. Dos veces al año compran 27 millares de papel.
Es un trabajo artesanal que ha rendido frutos, sobre todo por la calidad que realizan en las obras de papel picado, para llevar este quehacer a recintos culturales como el Museo Anahuacalli, el Museo Dolores Olmedo, El Museo Nacional de Culturas Populares y el Museo de Arte Popular.
Así como algunos otros espacios museísticos en el extranjero, sobre todo en México y Estados Unidos.
Detalló que el proceso de fabricación del papel picado inicia con la solicitud del cliente, de ahí se hace un dibujo con base a las ideas planteadas, se realiza el diseño y se hace el paquete de papel, plástico, cartón, fibra de vidrio, vinil o tela.
Una vez que se hace el paquete se pasa al proceso de picado, luego viene el terminado. Si es para colgar se le pone hilo, si es plástico se cose a máquina y finalmente se entrega el trabajo.
Esta nota originalmente se publicó en Noticieros Televisa