Karla Munguía, Ana de la Vega, Alexandra Valdepeñas, y Samantha Ruelas conquistaron la VIII Olimpiada Europea Femenil de Matemáticas (EGMO, por sus siglas en inglés) ganado en representación de México dos medallas de oro y dos de bronce respectivamente. En entrevista para MILENIO, las campeonas de matemáticas confesaron sentirse felices de obtener este logro, el cual es la culminación de años de trabajo, pero sobre todo de entrenamiento y sacrificios.
“Mi mayor reto era motivarme todos los días para mantener esa constancia, me pone muy feliz el fruto de tantos años de esfuerzo y también me gusta el sentimiento de sacrificio para tener este logro que representa a todo mi país”, expresó Samantha. Para las jóvenes su gusto por esta materia nació desde que estaban en la primaria, sin embargo, no fue sino hasta que entraron a la secundaria que comenzaron a entrenar para poder competir en olimpiadas.
“Siempre fue mi materia favorita desde que estaba en la primaria pero en la secundaria fue cuando me metieron a las olimpiadas y ver esa parte me gusto mucho y quise empezar a competir”, dijo Alexandra. Vivir esta experiencia, pese a la pandemia de covid-19, fue un reto para las campeonas de matemáticas, pero sobre todo una satisfacción al saber que se encuentran entre los mejores lugares a nivel internacional.
Para Cristina Sotomayor, entrenadora del equipo, es un orgullo ver cómo las jóvenes llegaron tan lejos, ya que ella, como ex competidora, conoce los retos que implica participar en este tipo de competencias y el nivel de dificultad que representan.
“Estoy muy orgullosa de todas, es un trabajo muy fuerte. Yo también participé en la prepa y ahora estoy ayudando desde el otro lado, es un trabajo muy difícil y creo que todo lo que han logrado es resultado de todo ese esfuerzo y sacrificio”, precisó. A Karla y Alexandra únicamente les queda un año para poder participar en las olimpiadas dentro del bachillerato, sin embargo, la intención de ambas es seguir desarrollándose en el campo de las matemáticas, ya sea en su carrera profesional o como entrenadoras de las futuras generaciones que busquen participar en este tipo de competencias.
Asimismo, confesaron que esperan, a través de sus triunfos, motivar a más niñas a interesarse por el campo de las matemáticas, en el cual cada vez más mujeres son partícipes y puede que sea el lugar donde descubran su pasión. “Si sienten que les interesa, busquen inscribirse en los concursos y que lo intenten, aunque sea difícil, tal vez descubran que les guste”, destacó Karla.
“Les diría a las niñas que no se desmotiven por el hecho de que no hay tantas mujeres en las matemáticas, porque cada vez somos más y ese número va a seguir creciendo”, puntualizó Alexandra.