La policía de España desarticuló un taller que utilizaba una impresora 3D para la fabricación de armas de fuego ilegales. Cuando se realizó la operación, los agentes vieron a una de las impresoras en pleno funcionamiento, «imprimiendo un armazón de arma corta, el cual se encontraba ya prácticamente acabado», informaron en un comunicado.
En el lugar fue detenida una persona tras ser vinculada al taller; asimismo, confiscaron dos impresoras 3D, los componentes de 19 armas fabricadas con tecnología 3D, cuchillos y productos químicos que podrían ser usados en la fabricación.
Se trataría del «primer taller ilegal de fabricación de armas 3D en España», según el comunicado de la policía. La operación conjunta fue realizada por agentes de la Policía Nacional y funcionarios de la Agencia Tributaria de España.