La Alianza Mexicana Contra el Fracking dijo que proponer una reforma a la Ley de Hidrocarburos era una oportunidad para que el gobierno cumpliera la promesa de no permitir el uso de la fractura hidráulica (fracking) en el país, incluyendo la prohibición de dicha técnica en la iniciativa.
La asociación explicó que la iniciativa de reforma presentada por el Ejecutivo Federal, al igual que sucedió con la Ley de la Industria Eléctrica, no aprovecha esta oportunidad y solamente presenta cambios que, aunque puedan ser pertinentes, no incorporan las demandas históricas que pueblos, comunidades y sociedad civil han exigido en su rechazo de la reforma energética.
«Reformar la Ley de Hidrocarburos podría abrir la oportunidad de cambiar disposiciones establecidas por la reforma energética de Peña Nieto que buscaron promover los intereses de las empresas petroleras nacionales y extranjeras por encima de los bienes comunes y los derechos de las poblaciones locales y comunidades afectadas por los proyectos», aseguró la asociación.
Añadió que la iniciativa preferente de hidrocarburos pretende fortalecer el control del Estado en este sector y contiene disposiciones que dan prioridad al uso y ocupación de los territorios para el desarrollo de proyectos de hidrocarburos lo que vulnera diversos derechos de quienes habitan en ellos.
La alianza hizo un llamado a los legisladores para que que se incluya de manera explícita la prohibición del fracking en la iniciativa de Ley de Hidrocarburos, así como propuestas para derogar las disposiciones lesivas a derechos humanos, colectivos de pueblos, comunidades indígenas y campesinas así como las figuras de uso y ocupación de los territorios y el carácter preferente.