Al presentar su plan de trabajo y visión de la presidencia del Tribunal Electoral, el magistrado Reyes Rodríguez Mondragón sostuvo que es hora de que se fortalezca la independencia judicial y se apaguen los atisbos de las influencias externas y las presiones de poderes, pues advirtió que sólo demostrando su verdadera autonomía podrán legitimarse.
MILENIO confirmó que, previo a la votación de las y los magistrados de la Sala Superior, Reyes Rodríguez Mondragón presentó su proyecto de trabajo y también la visión que tiene de lo que debe ser la renovación del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), en donde primero dejó claro que ve la presidencia de este órgano “no como una función de empoderamiento personal, sino como una tarea de promoción de empoderamiento colectivo”.
Rodríguez Mondragón pidió el respaldo de sus pares con el objetivo de lograr un trabajo conjunto para fortalecer la independencia, autonomía e imparcialidad de sus decisiones y del TEPJF en conjunto, pues dijo, sólo así podrán proteger a las minorías “que corren el riesgo de verse arrasados por los grupos mayoritarios”. “Esta es la hora de fortalecer la independencia judicial, y el papel fundamental que juega el tribunal como garante de una democracia igualitaria e incluyente.
Esta es la hora de afianzar la imparcialidad y la autonomía del órgano, para fortalecerlo como un auténtico tribunal de derecho. “Esta es la hora de apagar cualquier atisbo de influencias externas o presiones de poderes fácticos para fortalecer la credibilidad y confiabilidad de sus decisiones.
Sólo así podremos servir auténticamente a la sociedad con la misión que nos ha encomendado como órgano de justicia electoral de última instancia”, apuntó. En un discurso de seis cuartillas, reconoció que, aunque “no es un secreto que el tribunal atraviesa por momentos críticos”, esto se puede remediar con reglas claras y trabajo en conjunto, por lo que destacó que su convicción es convocar a un trabajo conjunto para fortalecer la institución y articular consensos.
“La ciudadanía espera de nosotros consistencia en la aplicación de los criterios jurisdiccionales, para generar certidumbre en los actores respecto a la interpretación de la norma jurídica.
La ciudadanía espera de nosotros que interpretemos el sentido de las normas constitucionales y armonicemos sus contenidos para establecer equilibrios en el sistema de derechos y libertades. “La ciudadanía espera de nosotros la capacidad para proteger a las minorías políticas, a fin de garantizar la pluralidad y una democracia más sólida e incluyente.
La legitimidad se construye con debates de altura, no son decisiones tomadas por imposición, y menos aún, por injerencias o presiones externas”, sostuvo. Se dijo convencido de que sólo con colegialidad y pluralidad se fortalecerán las decisiones del TEPJF, para que “de forma colegiada podemos hacer frente a las presiones externas que amenazan la independencia de este órgano”.
Asimismo, reiteró que la ciudadanía exige jueces y tribunales legítimos, independientes e imparciales, que tutelen escrupulosamente el ejercicio de los derechos político-electorales y que sean pilares de la democracia.
Consideró que “parte de los conflictos internos que hoy tenemos” están asociados a la falta de reglas claras en la administración y toma de decisiones, por lo que reiteró que es urgente fortalecer los procesos internos que, como señaló en el proyecto para crear una Comisión de Fortalecimiento, busca que las presidencias dejen de acaparar funciones y, por el contrario, se fortalezcan las siete magistraturas.
Destacó que su proyecto está apegado a la visión del ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar, pues busca mejorar la transparencia, la rendición de cuentas y eliminar duplicidades de funciones. “Este momento adquiere particular relevancia alinear nuestros objetivos institucionales a la reciente reforma judicial.
Es, precisamente, inspirado en la reforma judicial que encabeza el ministro Zaldívar, que consideró apremiante embarcarnos cuanto antes en un proceso interno de fortalecimiento institucional”, añadió.
Una vez que todas y todos los integrantes de la Sala Superior respaldaron su presidencia, agradeció el respaldo unánime y los convocó a trabajar en conjunto. “Es un honor y un desafío asumir esta responsabilidad, particularmente en estos tiempos en los que nuestra democracia se torna cada día más dinámica y también más demandante de autoridades electorales independientes e imparciales”, concluyó.