Productores de azúcar de Oaxaca y Veracruz buscan generar condiciones laborales que permitan a sus empleados menores de edad seguir estudiando pese a las necesidades de trabajo.
Desde 2016 el gobierno de Estados Unidos ha invertido 11 mdd para asegurar la vigencia del programa Campos de Esperanza hasta el año 2023, que, a la fecha, ha beneficiado a más de 2 mil jóvenes entre 16 y 18 años de edad.
En colaboración con World Vision, los productores de azúcar responden a la necesidad de los más de 3 millones de menores de edad que se encuentran en situación de trabajo, con jornadas cortas, mientras que la organización les brinda programas de acompañamiento académico y tutoría para que eleven su nivel de estudios.
Miguel Ángel Laporta, director general de World Vision México refirió que al entender que el trabajo infantil seguirá sucediendo debido a la situación económica del país, corresponde al gobierno y al sector privado asegurar que los jóvenes en esta situación lo hagan en condiciones seguras y con pagas justas.
“No es que los jóvenes no puedan trabajar, sino que realmente entendamos que los jóvenes pueden hacerlo en ciertas condiciones que estén alineadas a sus derechos”, remarcó.
Añadió que en la etapa poscovid la deserción escolar es muy alta, sobre todo en los niveles secundaria y medio superior, “en el mejor de los casos pensemos que son parte de la economía activa en México, aunque sea la informal, pero también lamentablemente vemos dos cosas: una que se muchos jóvenes se han sumado a las filas del crimen organizado y muchos jóvenes están en necesidad de trabajar”.
“Es un tema multifactorial, no solo depende de las familias sino también tiene mucho que ver con las compañías, hemos trabajado con empresas del sector azucarero para que ellos también promueven este tipo de acciones, de nada sirve que la famili quiera proteger al joven si no se hace de la mano con el empleador”, dijo a MILENIO el vocero.
Garantizar estos derechos, abundó, favorece al sector azucarero en el cumplimiento de sus compromisos internacionales al garantizar que el tema del trabajo infantil esté debidamente atendido.
Asimismo, desde la perspectiva financiera, estudios demuestran que el trayecto de la escolaridad está directamente proporcionado al ingreso al que los jóvenes aspiran en su vida adulta, “por eso es tan importante trabajar desde ahora para que estos jóvenes no dejen la escuela”.