La Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), realizará mañana miércoles a las 19 horas un homenaje virtual a la escritora Margo Glantz a sus 90 años. El reconocimiento se titula “¡Azúcar a Margo!” y convoca a la Banda Azul de Oaxaca, así como a Marina Núñez Bespalova, quien conversará en línea con la ensayista, crítica, traductora y académica, han anunciado los organizadores de esta importante feria que no contará con público presente debido a la pandemia.
¿Cuál es mi mayor miedo? Morirme, enfermarme de Covid, no ver a mis nietos si me intuban. Ese es uno de mis miedos. Después, que no me sea posible volver a viajar, que a los 91 años no tenga la posibilidad de tomar un avión e ir a Guadalajara o a Oaxaca, a la Feria Internacional del Libro de Oaxaca y tomarme un mezcal, aunque me hace daño el mezcal”, dijo la escritora en entrevista para Milenio.
Margo Glantz ya se encuentra más cerca de los 91 años de edad, pero aún se despierta con muchas ganas de viajar, de escribir en su cuenta de Twitter y de encontrarse con sus amigos: suele decir que no le gustan los homenajes, pero le enoja si no le hacen uno.
“Me han preguntado que si no tengo yo dudas… un escritor que no tiene dudas está perdido, si no es autocrítico frente a lo que hace: si una es feminista y no es autocrítica y no tiene dudas, no es una feminista. No puedo andar por la vida sin autocrítica”.
Esto no significa que no tenga temor a equivocarse, precisamente por esa autocrítica que la acompaña: “cuando un libro me parece malo, no lo publico; a veces aparece algo que me resulta malo, pero porque no me había dado cuenta”, cuenta Margo Glantz.
“Por lo general soy bastante autocrítica: a veces no lo soy lo suficiente con mis amigos y debería serlo, porque a veces pueden ser hasta nefastos, como yo con ellos, pero es más importante la amistad que la ideología. Vivimos una etapa en la que la ideología parece ser más importante que cualquier otra cosa: una etapa de polarización absoluta que me aterra terriblemente y me parece muy grave… no creo en la polarización, creo que todos debemos tener temor a equivocarnos y, en ese sentido, lo proclamo en voz alta, a mis 90 años, y si llego a los 100, igual”, comparte la escritora, a propósito del homenaje que mañana recibirá dentro de la Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO), bajo el título ¡Azúcar a Margo!
La escritora y la vida afortunada
La celebración le permite olvidar por un momento lo que se está viviendo. “Mis hijas me dicen que soy una lata, porque siempre me quejo de todo y veo catástrofes. Pero soy positiva también, y creo que he sido feliz a lo largo de mi vida, con altibajos, pero en realidad mi vida ha sido afortunada”.
Esta nota originalmente se publicó en Milenio