Momento clave. Francisco Cerúndolo, que viene de conquistar su primer título de ATP, en Bastad, contó que su choque contra Rafael Nadal en la apertura de Wimbledon, hace escasas semanas, fue vital en el aspecto mental. Esa derrota del argentino ante el español lo ayudó mucho.
A los 23 años, el mayor de los hermanos Cerúndolo gritó campeón por vez primera en un torneo del circuito mayor de la ATP y escaló como nunca antes en el ranking mundial, siendo ahora el N°30 del listado.
En una entrevista con el periódico argentino La Nación, Francisco Cerúndolo rememoró la gran batalla que le dio a Nadal en el Grand Slam de Londres y repasó lo que le dejó la proeza en Bastad, siendo ahora el nuevo N°2 de Argentina y de América Latina.
«Ese partido ante Nadal me ayudó en muchos sentidos. Tuve que resistir mentalmente muchas emociones, estar en la cancha central de Wimbledon, estadio lleno, contra Rafa… Pude hacer un gran partido y me di cuenta que si en esa situación fui capaz, puedo ser capaz en otras. Estoy preparado para cualquier desafío que se me presente. Poder llevarlo al quinto set me convenció de mis posibilidades», expresó el argentino.
«Es todo un sueño hecho realidad haber ganado mi primer título ATP. Me hizo bastante daño perder la final del año pasado en Buenos Aires contra Schwartzman. Por culpa del congelamiento de puntos, no pude estar en la posición que me merecía, en torno al puesto 70° u 80° del ranking. Quedé bastante perjudicado. Gran parte del 2021 estuve bastante contrariado por esa razón. Cualquier jugador tiene una gran meta que es meterse entre los 100 mejores del mundo, y yo, por estas circunstancias, no podía», remarcó.
«Desde la pasada pretemporada empecé a calmar mi cabeza, a serenarme. Llevo jugando un gran tenis desde que comenzó 2022. Estaba convencido de que era cuestión de tiempo que lograra meterme entre los 100 mejores. En pasto ya había jugado bien, pero simplemente los resultados no se habían dado. Esta semana sin embargo todo se dio de mi lado», agregó Francisco.
Y habló de la dificultad especial de enfrentar a un compatriota en la final de Bastad, como Sebastián Báez, también en gran momento: «Siempre es complicado medirse con un argentino y más aún en una final. Mala suerte por mi parte de jugar dos finales ATP ante compatriotas. En Buenos Aires me llevé un buen correctivo y aprendí bastante de eso. Esta vez manejé mejor todo. Hubo nervios lógicamente, el viento molestaba bastante, pero me las arreglé para sacar el partido adelante y ganarlo».
Ahora siente un mayor respeto en el circuito. «Ves cómo te juegan, cómo te reciben en las canchas, cómo te miran. Es muy importante empezar a ser alguien reconocido en el mundo del tenis, en un deporte de egos. Aquí todos se piensan que son los mejores. Así que uno debe creérsela, es fundamental para que lleguen los buenos resultados», afirmó. Sin dudas, su paso por Bastad ratifica su alto grado de confianza y va por más.