El gobierno declaró el martes un estado de excepción en todas las cárceles de Ecuador, lo que permite la incursión de militares a esos centros de reclusión en medio de incidentes con disparos y explosiones en la prisión más peligrosa del país andino, ubicada en la ciudad costera de Guayaquil.
La medida regirá por 60 días y establece la movilización y participación inmediata de los efectivos de las fuerzas armadas, de la policía y de la Secretaría de Atención a Privados de la Libertad, en un esfuerzo por retomar el control de los centros penitenciarios.
Ello es consecuencia de una serie de incidentes registrados desde el domingo en la Penitenciaría del Litoral que han dejado prelimiarmente al menos seis fallecidos y 11 heridos. Los disturbios han aumentado en las últimas horas en ese centro, aunque las autoridades no han dado información actualizada sobre la situación.
Esa cárcel está ubicada en el interior de un complejo de prisiones en Guayaquil, a 270 kilómetros al suroste de Quito. Es la ciudad que registra los mayores índices de violencia y asesinatos en el país, según las autoridades. El centro de reclusión tiene capacidad para unos 9 mil 500 reclusos, pero hasta el primer trimestre de este año sobrepasaba ese número por casi 3 mil reos.
Huelga de hambre y retención de guardias en cárceles de Ecuador
Simultáneamente, en otras 13 cárceles los presos declararon una huelga de hambre y mantienen retenidos a un centenar de guardias penitenciarios en demanda de mejores condiciones sanitarias y de alimentación, entre otras exigencias.
Es la segunda medida de emergencia que dispone el presidente Guillermo Lasso en menos de 24 horas. El lunes firmó un decreto disponiendo similar estado de emergencia en las provincias de Los Ríos y Manabí, luego del asesinato a balazos en esta última del alcalde de la ciudad de Manta, Agustín Intriago, un hecho que conmocionó a los ecuatorianos.
En un intento por reducir la violencia, las autoridades distribuyeron a los presos en los pabellones de acuerdo con su pertenencia a las bandas criminales más peligrosas del país, pero ello ha sido insuficiente para disminuir el nivel de confrontación.
Las 53 cárceles que tiene Ecuador cuentan con capacidad para albergar a 30 mil presos en total. No obstante, hay una sobrepoblación carcelaria de mil 187 reclusos, según el último censo, de los cuales un 16% no cuenta con sentencia de los tribunales.