Al presidente Andrés Manuel López Obrador nunca le han caído bien las calificadoras, desde que inició su gobierno las puso en el mismo cajón que los neoliberales. A lo largo de los dos años que lleva al frente del país, el mandatario ha reprochado en distintas ocasiones las malas calificaciones obtenidas por México, lo cual, lo atribuye a su complicidad con la corrupción, por callarse mientras el país era saqueado.
Pero también, López Obrador ha asegurado que la metodología de las calificadoras es caduca porque no toman en cuenta la variable de la corrupción. Por ejemplo, a principios de 2020, dijo no estar de acuerdo con que las agencias bajen la calificación de México y Petróleos Mexicanos en momentos que no hay normalidad económica, luego de que Fitch Ratings y Standard & Poors redujeran las calificaciones del país y de Pemex.
En esa ocasión, el Presidente dejó en claro que la pandemia estaba afectando la economía del mundo y como con su gobierno ya cambió la situación del país ya no se tomaban en cuenta como antes. “Entonces respeto, no todas las decisiones que se toman, pero ya como esto cambió sus parámetros ya no son la Biblia como era antes, al menos en el caso de México”, dijo el mandatario mexicano en conferencia de prensa matutina.
En junio de 2019 consideró que las calificadoras no fueron profesionales ni objetivas porque se hicieron de la vista gorda mientras en el país se desmantelaba a Petróleos Mexicanos. «Y esto se los digo porque se hicieron de la vista gorda durante el desmantelamiento, el endeudamiento de Pemex», dijo luego de que Fitch recortara la nota de Pemex la cual quedó en el considerado grado especulativo BB+. Meses antes, el mandatario había arreciado sus declaraciones contra las calificadoras al señalar que en ellas hay hipócritas, charlatanes y cómplices de la corrupción que solo buscan desprestigiar a México.
«Es muy hipócrita lo que hacen estos organismos que permitieron el saqueo, que avalaron la llamada reforma energética, que sabían de que no llegó la inversión extranjera y de que no se incrementó la inversión en Pemex y que eso fue lo que produjo la caída en la producción petrolera y nunca dijeron nada», señaló.
Incluso desde que era presidente electo, López Obrador ya sostenía declaraciones contra las calificadoras, en especial contra Fitch, debido a que a su consideración avalaron la reforma energética y no se benefició a México.
«Lo cierto es que la reforma energética que avalaron esas calificadoras ha resultado un rotundo fracaso y ojalá ellos también asuman su responsabilidad porque alabaron la reforma y resulta que se está cayendo la extracción petrolera», agregó.