Por primera vez en el mundo, gracias a un robot quirúrgico se ha extirpado con éxito un tumor maligno de riñón en una paciente completamente despierta, durante una intervención realizada este miércoles en el Hospital Molinette de Turín, Italia, a cargo del doctor Paolo Gontero.
El robot, conocido como Da Vinci Xi, se había empleado previamente en operaciones con anestesia total, pero no en personas despiertas por el riesgo de movimiento, explicó director del área de urología del hospital, quien llevó a cabo esta intervención pionera.
La paciente es una mujer de 62 años que había «recorrido el país y los hospitales de mayor prestigio» en busca de una solución para un tumor maligno «profundo» de más de 5 centímetros en el riñón, pues no podía someterse a una operación bajo anestesia total al tener sólo un pulmón por un cáncer anterior, explicó Gontero, al señalar que la posibilidad de que no despertara de la sedación era muy alta.
Así fue la intervención quirúrgica «Le dije a la paciente que su caso era sumamente complejo, ya que la cirugía robótica, la única tecnología que nos permitiría extirpar un tumor de esas dimensiones con un modo poco invasivo y salvando el riñón, nunca se había utilizado en un paciente despierto y, por tanto, no podía asegurarle la viabilidad de la intervención», relató el especialista.
El empleo del robot Da Vinci Xi era «obligado», según el urólogo, quien no creía seguro usar la técnica «tradicional a cielo abierto» ni la cirugía laparoscópica (con una pequeña cámara) por el riesgo de difundir el tumor, tratándose de una masa de contenido líquido en una paciente que corría el riesgo de moverse.
La operación dirigida por Gontero ha durado dos horas de tiempo robótico, ha precisado de cuatro brazos operativos del robot y se ha servido de «tecnologías innovadoras de reconstrucción tridimensional», explicó la Ciudad de la Salud de Turín, complejo sanitario en el que se encuentra el Hospital Molinette.
La paciente, despierta en todo momento, ha podido seguir la intervención y, emocionada, ha dado las gracias al personal médico a su término. «Gracias por haberme dado una segunda vida», fueron sus palabras según relató Gontero.