Al menos cinco familias triquis desplazadas de Tierra Blanca, principalmente mujeres y niños, se integraron a quienes aguardan el regreso a su comunidad en refugio ubicado en Yosoyuxi, en la Mixteca de Oaxaca, en donde permanecen decenas de personas, esto tras el fallido retorno de las familias a su comunidad el pasado 13 de abril.
“Nos venimos de la Ciudad de México porque estábamos muy cansadas, nos dijeron que regresaríamos a nuestras casas, pero no se pudo, así que decidimos quedarnos un rato acá a ver si pronto podemos entrar”, relata a EL UNIVERSAL una mujer de 30 años.
Esta joven mujer llevaba un año y tres meses en el plantón en la Ciudad de México y durante este tiempo había participado junto a otras familias en los intentos de retorno a Tierra Blanca. Sin embargo, en el último intento, el pasado 13 de abril, decidió quedarse en el albergue de Yosoyuxi junto a uno de sus hijos.
“Pues decidí descansar un poco porque ya estaba muy cansada de andar allá con mi hijo, no es fácil estar en la calle”, narra junto al pequeño de 9 años. Al otro de sus hijos, cuenta, lo ingresó a un internado para que pudiera continuar sus estudios, mientras que su esposo migró a Estados Unidos antes que estallará el conflicto en Tierra Blanca.
Así como ella, otras mujeres, principalmente, se detuvieron a descansar en el refugio de Yosoyuxi; también se quedaron otras familias que permanecían en Ciudad de México, pero en otros puntos en la zona.
“Yo también regresé hace dos semanas de otro estado, porque dijeron que regresaríamos a nuestras casas, además porque ya era mucho tiempo de estar lejos de mi esposo”, confiesa “Reina”, otra de las mujeres, quien pide narrar cómo es que huyó de su pueblo y pide no dar a conocer su identidad real por miedo.
Esta mujer cuenta que esposo se quedó en el refugio junto a otros hombres, para resguardar a las familias.
“A finales de diciembre, fue una tarde cuando emboscaron a un joven en el pueblo, luego comenzaron las balaceras y no pararon, así que tuvimos que salir corriendo de Tierra Blanca, pasaron varios días y decidimos regresar a mediados de enero”, narra Reina.
“Regresamos con otras familias, después de nuestro regreso, volvió la balacera día y noche durante toda la semana, fue cuando la policía estatal fue como tres días y luego se salió. En esos días, una señora se fue al monte con sus niños, por miedo a tanta balacera”, recuerda.
Agrega que cuando las familias decidieron huir fue porque toda una semana los disparos no cesaron y nadie salía de sus casas. Fue por ello, explica, que ella decidió con sus hijos y esposo huir de Tierra Blanca.
“Fue una noche que tratamos de escaparnos, fue cuando balearon a mi esposo, y no pudimos huir porque una bala lo alcanzó e hirió, así que nos quedamos otros días hasta que pudimos salir”.
Relata que tras zafarse en medio de la balacera, se trasladó a Tlaxiaco con su familia, donde se instaló varias semanas hasta que nuevamente las autoridades les informaron que intentarían ingresar a Tierra Blanca en el mes de julio. Sin embargo, les impidieron el paso.
Desde entonces, Reina emigró junto a sus cuatro hijos a otro estado, para trabajar un poco mientras se solucionaba el conflicto que la obligó dejar su hogar.
Con la ilusión de retornar a su casa, Reina volvió al refugio en Yosoyuxi, pero el 13 de abril, cuando ella y otras familias se dirigieron a Tierra Blanca para ingresar, les volvieron a cerrar el paso. Ahora, sólo le queda esperar unos días para que el próximo diálogo entre los representantes y autoridades pueda llegar a un acuerdo, para retornar a su casa que abandonó hace ya más de un año y cuatro meses, o regresar con sus hijos que dejó trabajando en otro lugar para no exponerlos.
Este martes 3 de mayo, se llevará a cabo una mesa de diálogo en las oficinas de la Secretaría de Gobernación (Segob), en la Ciudad de México, en donde participarán el gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, y el subsecretario de Derechos Humanos, Migración y Población, Alejandro Encinas.
Para la reunión, también fueron convocados integrantes del Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULTI), así como el Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT), organizaciones antagónicas que disputan el control de la región y son partes activas del conflicto.