Desde el 2019 se informó la posibilidad de que un asteroide de 340 metros –Apophis– podría impactar a la Tierra. Lo denominaron como el Dios del Caos por su tamaño y presunta peligrosidad.
Incluso, afirmaron que su impacto podría ser 15 mil veces superior a la bomba de Hiroshima. Por ello, recientemente sorprendieron las imágenes que fueron captadas de este asteroide cerca del planeta Tierra.
De acuerdo con lo que primero habían establecido los especialistas, existía la probabilidad de que el 13 de abril del 2029 el asteroide impactaría al plantea. Sin embargo, estudios más recientes desestimaron el impacto. Sin embargo, debido a que los especialistas ya tienen una ruta establecida, se logró captar por primera vez en los telescopios europeos al Dios del Caos.
Fue gracias a Virtual Telescope Project que se tomó la imagen del asteroide Apophis con la unidad del telescopio robótico Elena, en donde hubo una exposición de 300 segundos del cielo. La imagen captada muestra al asteroide como un pequeño punto blanco. Aunque parece pequeño, la realidad sin duda es otra.
El próximo 6 de marzo, el asteroide Apophis será más brillante para los telescopios, pues su distancia será más cercana a nuestro planeta. Se calcula que estará a 15 millones de kilómetros del planeta Tiera. Anteriormente, la NASA había informado que el Apophis se acercaría mucho a la Tierra el 13 de abril de 2029; sin presentar una amenaza para nuestro planeta, se prevé que ese día sea visible a simple vista en el cielo.
El investigador Dave Tholen y sus colaboradores del Instituto de Astronomía (IfA) de la Universidad de Hawai han anunciado la detección de la aceleración de Yarkovsky en el asteroide Apophis cercano a la Tierra.
Esta aceleración surge de una fuerza extremadamente débil sobre un objeto debido a una radiación térmica no uniforme. Esta fuerza es particularmente importante para el asteroide Apophis,’Dios del Caos’, ya que afecta la probabilidad de un impacto terrestre en 2068.
Todos los asteroides necesitan volver a irradiar como calor la energía que absorben de la luz solar para mantener el equilibrio térmico, un proceso que cambia ligeramente la órbita del asteroide. Antes de la detección de la aceleración de Yarkovsky en Apophis, los astrónomos habían concluido que un impacto potencial con la Tierra en 2068 era imposible.