La Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico) advirtió que si bien la elevada inflación en México responde en parte a un fenómeno global, el hecho de que a nivel internacional baje no implica que ceda en el país, pues existen problemas internos que la afectan y entre los principales riesgos destacan: persistencia de la inflación subyacente, aumentos al salario mínimo y que el crecimiento económico estimado por el gobierno federal no se materialice.
De acuerdo con la minuta de la reunión de la Junta de Gobierno del Banxico, con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 29 de septiembre de 2022, la mayoría de los integrantes de la junta apuntó que si bien se han observado menores disrupciones y disminuciones en los precios internacionales de algunas materias primas, aún prevalecen desbalances entre oferta y demanda en diversos mercados.
Algunos integrantes señalaron que los costos de producción continúan afectados por los aumentos en los precios de diversos insumos. Uno comentó que es necesario que la inflación global, particularmente en Estados Unidos, muestre un cambio de tendencia para que comience a disminuir en México. No obstante, alertó que ello no sería suficiente, ya que también se enfrentan crecientes presiones internas.
En este sentido, otro de los miembros de la junta destacó que la convergencia a la meta será tardada porque una menor inflación externa no se traduce automáticamente en una reducción de la interna y por el rezago con el que actuará la postura restrictiva.
Abundó en que la convergencia será frágil dada la continua aparición de choques no anticipados. Opinó que dicha convergencia será difícil de alcanzar, ya que implica que para la segunda mitad de 2023 la inflación no subyacente alcance valores muy por debajo de lo observado habitualmente e indicó que además de que no ha mostrado una tendencia a la baja, tiene una estacionalidad muy fuerte y es volátil.
Riesgos para la inflación
En este sentido, la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico señaló que entre los riesgos al alza para la inflación se encuentra la persistencia de la inflación subyacente en niveles elevados y las presiones inflacionarias externas derivadas de la pandemia y del conflicto geopolítico en Europa del Este.
Uno añadió que los precios internacionales de referencia de diversas materias primas han presentado una fuerte correlación con los precios domésticos y han generado un traspaso importante a la inflación del país, por lo que puede ser un riesgo si dicho traspaso presenta un efecto asimétrico en el descenso de la inflación conforme el precio de estas materias primas disminuya.
Otro resaltó que las presiones salariales podrían exacerbarse por aumentos adicionales al salario mínimo, el cual podría incrementarse en más de 20 por ciento en los próximos dos años.
Uno enfatizó que la alta inflación parece haber comenzado a incidir en las revisiones salariales, lo que podría implicar el riesgo de una espiral precios-salarios, pero otro destacó que los salarios de la población, que incluyen formales e informales, no exhiben incrementos significativos en términos reales, por lo que difícilmente puede considerarse que existan presiones salariales generalizadas.
Uno añadió el riesgo de depreciación cambiaria ante la perspectiva de un mayor apretamiento de las condiciones financieras a nivel global.
Otro integrante de la junta agregó que factores climatológicos podrían presionar al alza los precios y externó que los diversos riesgos se dan en un entorno de poca competitividad en múltiples sectores, lo que podría favorecer la inflación.
Uno mencionó dos riesgos para las finanzas públicas que podrían ejercer presión sobre la política monetaria. Primero, que el crecimiento esperado por el Paquete Económico 2023 no se materialice. Segundo, que se observe un mayor déficit fiscal con un aumento en el gasto público.
Perspectivas inflación
En este contexto, la mayoría indicó que, ante choques inflacionarios de una magnitud mayor a la anticipada y la perspectiva de que sus efectos sean más duraderos de lo previsto, los pronósticos para las inflaciones general y subyacente se revisaron al alza para todo el horizonte de pronóstico y en este entorno más complejo, se anticipa que la inflación converja a la meta de 3 por ciento en el tercer trimestre de 2024.
El #BancodeMéxico publicó hoy la #MinutaBanxico con motivo de la decisión de política monetaria anunciada el 29 de septiembre de 2022. Consulta aquí el documento: https://t.co/4g3JNTLlCI pic.twitter.com/oWH5XyocEC
— Banco de México (@Banxico) October 13, 2022