Inglaterra impone el confinamiento de las aves domésticas y de corral a partir del 7 de noviembre para luchar contra la propagación de la gripe aviar, anunció este lunes el gobierno británico.
Estas medidas exigen legalmente a todos los propietarios a «guardar sus aves en el interior y seguir medidas estrictas de bioseguridad para protegerlas contra la enfermedad, independientemente de su especie o su tamaño», indicó el ministerio de Medio Ambiente en un comunicado.
Esta decisión amplía el confinamiento en vigor en varias regiones inglesas, con un riesgo de gripe aviar en aves salvajes «muy elevado» según las autoridades sanitarias.
En los últimos doce meses, Reino Unido ha sufrido el mayor brote de la enfermedad conocido en su historia, con más de 200 casos confirmados.
Desde octubre de 2022, se detectó en más de 70 instalaciones y varios casos fueron reportados en aves salvajes.
Frente al aumento de casos, el riesgo de exposición de las aves en cautividad obliga a «confinar a todos los pájaros hasta nueva orden», declaró la directora veterinaria británica Christine Middlemiss.
«Es la mejor manera de proteger a vuestras aves«, añadió.
Esta epizootia es «la más importante» conocida en Europa, con 47,7 millones de aves sacrificadas en granjas contaminadas del continente en un año, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).
Pese a algunos casos en humanos, las autoridades sanitarias europeas consideran que el riesgo de infección es «débil» para quienes no tuvieron contacto prolongado con aves.
El riesgo de transmisión al hombre por consumo de carne o huevos contaminados está considerado «insignificante».