La Casa Blanca celebra el Día de Muertos con una ofrenda dedicada a los familiares fallecidos del personal que trabaja en la residencia del presidente de Estados Unidos, Joe Biden.
El altar del Día de Muertos, ubicado en el Ala Oeste del edificio, está compuesto de tres niveles y decorado con calaveras de colores, catrinas, flores de cempasúchil, velas, pan de muerto, tortillas, tamales, tequila, una figura de la Virgen de Guadalupe y las imprescindibles fotos de los fallecidos.
La tradición, originaria de México, dicta que las almas de los difuntos, cuyas fotografías están en la ofrenda, visitan en estas fechas el mundo de los vivos y disfrutan de los alimentos y bebidas que se ponen en el altar.
«En la ofrenda ponemos fotografías de seres queridos del personal de la Casa Blanca que ya no están. Trajeron fotos de sus seres queridos y las pusieron aquí para poder celebrarlos», explicó a EFE Luisana Pérez Fernández, directora de Medios Hispanos del Gobierno estadounidense.
Foto: AP
Iniciativa de la primera dama
La celebración del Día de Muertos en la Casa Blanca fue una iniciativa que tomó la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, tras visitar el año pasado el Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago (Illinois).
Le pareció «una tradición muy linda» y, por eso, este es el segundo año que la residencia presidencial tiene una ofrenda, explicó la portavoz.
«Es algo que esperamos hacer todos los años. La familia del presidente y la primera dama quiere conmemorar a estas personas y asegurar que estas tradiciones tan importantes para nuestra comunidad estén en la Casa Blanca», añadió.
El Museo Nacional de Arte Mexicano de Chicago, el mayor museo sobre la cultura latina en Estados Unidos, colaboró en el montaje del altar.
El Día de Muertos llega a la Casa Blanca el día después de la celebración de Halloween, otra tradición muy arraigada en Estados Unidos.
Frente a una residencia decorada para la ocasión, con calabazas y arbustos otoñales, el presidente Biden y la primera dama Jill saludaron a los niños que pasaron por el Jardín Sur pidiendo el tradicional «dulce o truco», disfrazados de príncipes y princesas, personajes de la saga de «Star Wars» u osos de peluche.