Hace tres años, un grupo de pobladores, hijos de ejidatarios de San Antonio de la Cal, iniciaron un movimiento para obtener de sus autoridades agrarias un pedazo de terreno en el cual construir un lugar digno en el cual vivir.
Mientras acudían a reuniones con los integrantes del Comisariado Ejidal de esta población conurbada a la ciudad de Oaxaca y recibían únicamente promesas (“vengan mañana”), otro grupo de personas se plantó en 2021 en un paraje conocido como La Culebra, mismo que dividieron en terrenos para vivienda y, sin mayores problemas, las autoridades agrarias les otorgaron los títulos de posesión o propiedad.
Cansados de las promesas, a principios de marzo pasado los hijos de los ejidatarios decidieron recurrir a la misma técnica y ocuparon el paraje conocido como Los Pinos, para fraccionarlo y dividirlo entre las familias que buscan un terreno sobre el cual construir un inmueble que sea su vivienda.
Desde entonces, viven con amenazas de desalojo de las autoridades agrarias y municipales de San Antonio de la Cal; pese a ello, han iniciado con los trabajos para tratar de urbanizar este paraje y convertirlo en un espacio en el que puedan habitar con sus familias.
“Realmente somos un grupo de pobladores, hijos de ejidatarios que buscamos un espacio para vivir. Entendemos la necesidad que hay del espacio porque ya ve que hoy en día está crítica la situación.
“Nos acercamos al municipio y con el comisariado, pero nos hicieron dar muchas vueltas y fue una pérdida de tiempo y vimos que era negativa la respuesta y nos dimos cuenta que a otros vecinos sí les otorgaron espacios en otras áreas y nosotros nos estábamos quedando fuera y ya teníamos más tiempo pidiendo el espacio”, explica Juan Pablo Méndez.
Sostiene que mientras ellos son hijos de ejidatarios con derechos, las personas que ocuparon el paraje La Culebra no son, en su mayoría, originarios de San Antonio de la Cal.
Además, asegura, los terrenos que las autoridades agrarias les otorgaron a los que ocuparon dicho paraje, inmediatamente los pusieron en venta, en lugar de construir para habitarlos.
“Es por eso que recurrimos a la misma forma que hicieron los de aquel lado, plantarnos a la brava. Ellos se plantaron hace un año, ahora nosotros hacemos prácticamente lo mismo.
¿Por qué nos hacen menos sabiendo que somos hijos de ejidatarios? Nosotros hemos ido con el comisariado y siempre nos daban respuestas negativas, ya tiene tiempo que estamos en una lista de espera para atender nuestro asunto. Esa lista ya ni la han de tener o si la tienen, pues la ignoran”, expresa Méndez.
Tierra para vivir, no para lucrar
En total son 80 familias las que se han plantado en el paraje Los Pinos, con la intención de que las autoridades agrarias, encabezadas por el presidente del Comisariado Ejidal de San Antonio de la Cal, Rogelio García Méndez, les entreguen sus actas de posesión o propiedad.
En estos tres años de lucha, afirman que descubrieron que sus autoridades agrarias han utilizado sus cargos en la comunidad para beneficiarse a sí mismos y a sus familias.
Por ejemplo, aseguran que un integrante de la mesa del comisariado, Javier Antonio, se apropió de una hectárea de terreno en la zona que colinda con el municipio de San Sebastián Tutla; predio que incluso, sostienen, ya lo tiene cercado.
“Pedimos el apoyo de los demás pobladores porque hay personas que realmente sí lo necesitan y para que hagamos más fuerte este movimiento. El comisariado lo que pretende es hacer negocio con estos terrenos y así ha pasado en años anteriores. Son los que se sirven con la cuchara grande o les dan a su propia familia”.
Soledad Velasco es una joven madre soltera de San Antonio de la Cal e hija de ejidatarios. Ella afirma que se unió a esta lucha para tener un lugar digno en el cual vivir y aunque actualmente vive con sus padres, menciona que necesita un lugar propio en el cual habitar con sus hijos.
Esto, dice, es una muestra de que las personas que decidieron ocupar los terrenos, que se partieron de 10 por 10 metros en el paraje Los Pinos, es porque en verdad lo necesitan.
“Es lo suficiente para vivir porque hay otros que agarran los terrenos para venderlos como negocio. Mientras hay gente que sí los necesita para vivir. Por ejemplo, de aquel lado están vendiendo los terrenos, entonces, ¿por qué los toman si no los necesitan? Vecinos nos estaban ofreciendo los terrenos. Ese no es el chiste.
“Porque aquí hay madres solteras, padres de familia que están rentando. Realmente ellos una renta se están ahorrando para darle el taco a sus hijos porque, por ejemplo, yo soy madre soltera, vivo con mis papás, pero no es lo mismo que vivir con los papás a tener algo propio”, sentencia Soledad.
La señora Yolanda Martínez denuncia que las autoridades agrarias han permitido el fraccionamiento del paraje La Culebra e incluso ya lo limpiaron, pero asegura que el fin de esos terrenos es para negocio de las autoridades agrarias porque los han puesto en venta.
“Ellos nada más se creen dueños de San Antonio y aquí estamos puras personas realmente del pueblo que sí necesitan un lugar para vivir”.
Según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), entre enero y febrero de 2022 se han presentado 144 denuncias relacionadas con el delito de despojo; mientras que en el año 2021 sumaron mil 39 denuncias por este tipo de delito.