“Nosotros hemos dado vida a este basurero durante 40 años. Me duele que nos desconozcan después de todo el tiempo que hemos estado trabajando y el gobierno eso no lo toma en cuenta”, dice Soledad Avendaño Hernández, una mujer recolectora de residuos reciclables en el relleno sanitario de Villa de Zaachila.
Aunque la fecha límite para el cierre del basurero era el 8 de octubre, plazo otorgado por los habitantes de la agencia Vicente Guerrero a las autoridades municipales, principalmente de Oaxaca de Juárez, el 25 de septiembre pasado la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) clausuró el relleno por “uso inadecuado de los residuos sólidos urbanos”.
Mientras el presidente municipal de Oaxaca de Juárez, Francisco Martínez, anunció que interpondrá amparos para ampliar la fecha de cierre, la Secretaría General de Gobierno (Segego) abrió una mesa de trabajo para dar atención al manejo de residuos, con la participación de instancias federales como la Profepa, la Secretaría de Gobernación (Segob) y la Secretaría del Medio Ambiente, Energías y Desarrollo Sustentable (Semaedeso).
Desde hace dos meses, ninguno de los 23 municipios que solían depositar sus desechos en este espacio tienen permitido usarlo, ante el reclamo de los pobladores por la falta de pago por la prestación del servicio y bajo el argumento de que el tiradero ya agotó su vida útil.
Foto: Tim Porter
Excluidos y recriminados
La incertidumbre anida sobre más de 90 familias que durante cuatro generaciones han subsistido de la recolección de materiales reciclables como el PET (plástico), fierro y otros residuos para su venta.
Soledad Avendaño, de 81 años, es una de las primeras mujeres que inició en esta actividad para mantener a sus ocho hijos, tras dejar a su esposo, quien la violentaba. Ella es de la primera generación de pepenadores, como se les dice, y sigue activa: “Porque de aquí saco centavitos para mi refresquito, una fruta o por si me enfermo”.
Soledad Avendaño solía recolectar plástico suficiente para llenar una arpilla al día, con la que ganaba de 300 a 350 pesos. Al quedar sólo el ayuntamiento de Oaxaca de Juárez con permiso para tirar su basura, el material de recolección para vender se redujo. Ahora sólo alcanza a llenar una bolsa por la que gana entre 40 y 50 pesos diarios.
Foto: Tim Porter
A lo largo del conflicto generado por la clausura del basurero de Zaachila, que también ha complicado la labor de camionetas o vehículos privados que cobraban el servicio de recolección, las autoridades municipales y estatales se han olvidado de las personas recolectoras que trabajan por su cuenta en el relleno sanitario, que es su única fuente de ingresos.
Excluidos, discriminados y olvidados, como expresan sentirse, los recolectores han contribuido con su trabajo a la protección del medio ambiente.
Hasta antes del paro general propiciado por los habitantes de la agencia Vicente Guerrero en el relleno sanitario, cada pepenador, en promedio, podía llenar una arpilla cada día con PET (plástico) y cada arpilla pesa 40 kilos o más.
Son más de 70 recolectores de residuos sólidos quienes trabajan diariamente o alrededor de 340 días al año. Aproximadamente, cada día los 70 pepenadores recolectan 2 mil 800 kilos de PET, lo que se traduce en, al menos, 952 mil kilos al año.
Sin contar que también juntan cartón, papel, vidrio, lata, aluminio, plástico duro, comida (para animales), ropa usada. Según sus estimaciones, sacan más de 2 millones de kilos de materiales cada año. Y si se toma en cuenta que el basurero tiene 40 años, han extraído al menos 100 mil toneladas de materiales del basurero de Zaachila.
“Estoy un poco preocupado, porque haga de cuenta que al no tener estudios y no saber hacer otra cosa, será un poco difícil, complicado, que nos den trabajo en otro lugar. A mí no se me dificulta trabajar, pero en otras empresas sí piden muchos requisitos, estudios y desgraciadamente no contamos con eso”, dice Ezequiel Aguilar García.
Este hombre de 42 años trabaja desde niño en el relleno sanitario, en la recolección de este tipo de materiales.
Patricia García, presidenta de la Unión de Pepenadores Guie Niza, denuncia que pese a que han solicitado formalmente reuniones con las autoridades del gobierno del estado y del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez, no los han atendido.
Foto: Tim Porter
“Se siente uno mal que no lo atienden, porque el gobernador Alejandro Murat vino acá a visitarnos, a pedir el voto cuando andaba en campaña, se tomó fotos e hizo promesas, lo que hace todo candidato en su tiempo y ver que ahorita no nos deja sentarnos a platicar con él, a ver qué podemos hacer con los compañeros que se van a quedar sin trabajo.
“Es lo que uno siente: aparte de que el mexicano que es pobre, y más ser un pepenador que trabaja en la basura, que es sucio y lo tienen en mal aspecto, no le hagan caso”, lamenta Patricia García.