Mujeres feministas de más de 10 estados del país acamparon afuera de la puerta principal de la Cámara de Diputados en espera de la dictaminación de la Ley Olimpia, que va contra la difusión en redes de imágenes o videos íntimos de mujeres sin su consentimiento.
«Viajamos desde diversos estados del país para presenciar lo que hemos esperado casi 8 años, lo hemos esperado porque antes de la Ley Olimpia, no tenía nombre esta violencia, antes de salir desde la digna rabia a luchar a cada congreso del país, en cada institución y en cada lugar; las personas que fuimos víctimas de violencia digital éramos las culpables, hoy a pesar de que nos sigan juzgando, el miedo está cambiando de bando», precisaron.
A través de la acción política «Aquelarre feminista», víctima, defensoras de derechos humanos, poetas, cineastas, trabajadoras sociales, maestras, abogadas y psicólogas llegaron a la Cámara de Diputados llegaron ayer a las 21:00 horas. Las mujeres instalaron un campamento para esperar la resolución de esta ley que busca visibilizar y hacer justicia ante los casos de violencia digital de los cuales son víctimas miles de mujeres.
«Instalamos campamento y pasamos toda la noche y madrugada para amanecer en este congreso hoy 29 de abril y presenciar el primer paso de lo que habíamos soñado hace algunos años: que lo virtual sea considerado real, y que en este país se cuestione y castigue a quien viole nuestro cuerpos también en internet y no a la víctima», expresaron.
Anunciaron que de ser aprobada la reforma llevarán a cabo un Observatorio de Violencia Digital donde estarán pendientes de que esta reforma sirva, que ningún político lo use de «botín» y de que se atiendan a las víctimas.
También, reiteraron que es necesario darle seguimiento a la reforma y por este motivo manifestaron la importancia de esta aprobación para que los meses siguientes se puedan hacer las observaciones pertinentes para su mejora e iniciar en su caso las reformas necesarias con un sustento jurídico.
«Sabemos que estos cambios legislativos no son la panacea, son perfectibles y pueden ser mejorables. Desde nuestro dolor y resiliencia hemos decidido hacernos responsables de ser víctimas y luchar desde nuestros espacios para que las instituciones, el Estado y la política pública vean en nuestras propias vivencias la necesidad impostergable a diferencia de ustedes, no recibimos un salario para luchar por una agenda legislativa, y lo menos que merecemos es reconocer independientemente de las cuestiones jurídicas que la violencia digital se visibilizó gracias a las mujeres que luchan», enfatizaron.