La mayoría de las más de 80 niñas envenenadas el pasado fin de semana en dos colegios en el norte de Afganistán recibieron este martes el alta médica mientras las autoridades continúan investigando las causas de este ataque.
«Casi todas las estudiantes y profesoras envenenadas han sido devueltas a sus hogares después del tratamiento, solo algunas de ellas permanecen en el hospital mientras su estado de salud mejora», indicó a EFE el director de cultura e información de la provincia norteña de Sar-e-Pul, donde tuvo lugar el suceso, Mufti Ameer Sari Puli.
Mientras las afganas se recuperan, las autoridades tratan de dar con los responsables de este ataque, en el que casi cien personas, entre ellas 82 niñas, tuvieron que ser hospitalizadas después de que un grupo todavía sin identificar rociase veneno en las aulas de dos colegios de primaria el pasado fin de semana.
«Nuestras investigaciones iniciales muestran que los perpetradores ingresaron a las escuelas por la noche y rociaron veneno en las aulas. Los esfuerzos continúan, pero hasta el momento, los perpetradores no han sido detenidos», dijo a EFE el portavoz de la policía de Sar-e-Pul, Din Mohammad Nazari.
Talibanes vetan la educación femenina en Afganistán
Esta agresión tiene lugar en un momento en el que la educación secundaria y universitaria femenina está vetada en Afganistán, como parte de la retahíla de prohibiciones contra las mujeres que impusieron los talibanes desde su llegada al poder en agosto de 2021.
Entre la plétora de restricciones se incluyen la obligatoriedad de llevar el rostro cubierto, la segregación por sexos y precisar del acompañamiento de un miembro masculino de su familia para viajar.
Los ataques contra estudiantes femeninas son una constante en Afganistán, que en los últimos años registró múltiples casos de envenenamiento o intoxicación de aulas con químicos por parte de grupos que se han opuesto tradicionalmente a la educación de las niñas y adolescentes afganas.