Zimbabue recibió hoy una donación de 200 mil vacunas fabricadas por la empresa estatal china Sinopharm contra el Covid-19, y se convirtió en el tercer país de África, después de Egipto y Guinea Ecuatorial, en adquirir ese medicamento.
“Se ha entregado con éxito el primer lote de vacunas para Zimbabue. ¡Comenzamos a vacunar a los zimbabuenses esta semana!”, afirmó el presidente zimbabuense, Emmerson Mnangagwa, en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter
“Cuanto más rápido esté protegido nuestro país contra este virus, más rápido podrá florecer la economía de Zimbabue”, agregó Mnangagwa.
La televisión estatal mostró en vivo la descarga de las cajas que contenían las vacunas de Sinopharm a su llegada al aeropuerto de Harare, tras un vuelo nocturno desde Beijing.
El embajador de China en Harare, Guo Shaochun, afirmó que la donación responde a la “amistad consagrada” de los dos países.
“No olvidaremos que en una situación de necesidad, China reaccionó rápidamente”, declaró en el aeropuerto de Harare el videpresidente Constantino Chiwenga, aplaudiendo una donación “oportuna” y una “nueva prueba del viejo lazo de amistad y de solidaridad” entre ambos países.
“El próximo mes, adquiriremos 600 mil dosis suplementarias ante China y el programa continuará hasta al alcanzar el objetivo de 1.8 millones de dosis”, declaró el ministro de Finanzas, Mthuli Ncube, también presente en el aeropuerto.
Las vacunas serán comprobadas por la autoridad local de control de medicamentos antes de ser utilizadas. La eficacia de ese inmunizante ante el Covid-19 no fue divulgada.
Zimbabue es uno de los tres países africanos, incluidos Egipto y Guinea Ecuatorial, que se han beneficiado, por el momento, de una primera ola de donaciones de vacunas chinas a países en desarrollo.
Los trabajadores de la salud, los funcionarios de inmigración y el personal de las funerarias estarán entre los primeros zimbabuenses en vacunarse.
El país quiere vacunar, como mínimo, a 10 millones de sus 15 millones de personas para alcanzar la llamada “inmunidad rebaño”, aunque los detalles sobre cómo logrará ese ambicioso objetivo aún no están claros.
Zimbabue también se ha inscrito para recibir más de 1.1 millones de vacunas de COVAX, un programa desarrollado por la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI), la Alianza para la Vacunación (GAVI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) que busca un acceso equitativo a la vacuna en todo el mundo.
Igualmente, espera adquirir otros tres millones de inyecciones a través de una plataforma de la Unión Africana (UA).
Zimbabue, al igual que otros países africanos, registró al principio un bajo número de casos de Covid-19, pero recientemente experimentó un aumento que comenzó a golpear a la élite política.
El mes pasado, de hecho, el país perdió a sus ministros de Relaciones Exteriores y de Transportes debido a la enfermedad.
El aumento en las infecciones se atribuyó al regreso de miles de trabajadores migrantes zimbabuenses durante las vacaciones de Navidad desde la vecina Sudáfrica, epicentro de la pandemia en África y que, además, lucha contra una variante del virus local.
Hasta el domingo, Zimbabue había contabilizado algo más de 35 mil casos y mil 400 muertes por el coronavirus.
El gobierno del presidente Mnangagwa impuso un confinamiento estricto el pasado 5 de enero que acarreó el cierre de escuelas, iglesias, restaurantes y la mayoría de las empresas.