El presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que los tres años que van de su gobierno los ha dedicado a “medio resolver” los problemas que se heredaron de gobiernos anteriores, porque la magnitud de los daños no permite una reparación completa.
En La Mañanera de Palacio Nacional, consideró que México ha vivido sumido en la crisis debido a que había empresarios corruptos que se compraban aviones de lujos y se daban vidas de monarcas y, a través de sus influencias y la corrupción, obtenían dinero del erario.
“En mi libro escribí un capítulo que se llama ‘Enderezar entuertos’, a eso nos hemos dedicado: a medio resolver, porque tampoco ante agravios de esa magnitud se puede lograr una reparación completa del daño, no se puede”, reconoció.
López Obrador hizo un recuento de lo que ha enfrentado desde el gobierno federal y dijo que nunca pensó que las empresas de la construcción estuvieran tan involucradas en actos de corrupción.
Sin embargo, mencionó que actualmente ya están entendiendo que son otros tiempos y que no tienen que dar moches además de que ya no sirve el influyentismo. “¿Qué eran estos empresarios? Pues fifís, con todo respeto no iban a las obras. Se compraban aviones de súper lujo, los modelos más recientes, avanzados, se daban vida de monarcas y entonces ¿así cómo? Sólo con las influencias y la corrupció.
Eran atracos, a veces se entregaba el anticipo y se fugaban y, como ya habían dado moche, soborno, no les hacían nada, muy lamentable, todo eso fue lo que llevó a la crisis de México”, subrayó. Según el jefe del Ejecutivo federal, las constructoras extranjeras, principalmente españolas, se beneficiaron de actos de corrupción y las empresas nacionales como ICA también se echaron a perder.
“Una empresa que fue ejemplo ICA, se echó a perder por completo y ahora está en una nueva etapa que, espero, se recupere, sobre todo el prestigio. Está dirigida por una mujer, Guadalupe Phillips que me consta está interesada en que funcione”, agregó.