La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) condenó el asesinato del periodista Jacinto Romero Flores, que fue cometido este jueves en Ixtaczoquitlán, Veracruz, como un ataque directo.
“El asesinato de Jacinto Romero, así como las amenazas que había recibido con anterioridad, son evidencia del contexto de vulnerabilidad y riesgo en el que se ven orillados a desarrollar su labor muchos periodistas en México. Informar, opinar o criticar debería ser un trabajo normal en una democracia y no una actividad de riesgo.
Cuando quienes usan los micrófonos enfrentan las balas, toda la sociedad pierde”, señaló Jesús Peña, representante adjunto en México de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
La oficina de las Naciones Unidas hizo un llamado a las autoridades a investigar el asesinato del señor Jacinto Romero de manera diligente y agotando todas las líneas de investigación relevantes, incluida la posible vinculación con su actividad periodística, asimismo prercisaron que estas investigaciones deben considerar también las amenazas previas contra el comunicador y el contexto de violencia en la zona.
“Como ha recordado su familia, ni el caso de Jacinto Romero, ni ningún otro, puede ser un simple número, una cifra más. Es necesario que haya una investigación exhaustiva que rompa con el ciclo de la impunidad, un ciclo que mata y genera temor.
Esclarecer este asesinato, y todos los homicidios de periodistas que pagaron con sus vidas el haber informado, es la única manera de garantizar a familiares, amistades, colegas y a la sociedad en su conjunto que la libertad de expresión será garantizada frente a quienes creen tener el poder para decidir lo que debemos decir y lo que podemos escuchar”, concluyó el Representante adjunto.
Jacinto Romero colaboraba con la radiodifusora Ori Stereo, y era un periodista muy conocido en su municipio y en la zona de sierra de Zongolica, donde junto a su actividad periodística promovía acciones solidarias hacia las personas en situación de vulnerabilidad.
Según la información que recibió la ONU-DH, Jacinto Romero había denunciado públicamente las amenazas que sufrió en febrero de 2021 y recibió medidas preventivas por parte de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP) del estado de Veracruz.