Las organizaciones que integran el Movimiento Nacional Educación con Rumbo advirtieron que el regreso a clases presenciales no puede darse en el marco de una decisión tomada al vapor y sin un minucioso análisis de por medio, que establezca protocolos integrales de salud para alumnos y docentes.
La agrupación, que incluye a la Unión Nacional de Padres de Familia, y Suma por la Educación, criticó las expresiones del presidente Andrés Manuel López Obrador en el sentido que se debe regresar a clases presenciales en el mes de agosto “llueva, truene o relampagueé”, pues consideró que volver sin protocolos sería una falta grave a los derechos de niños y adolescentes, no sólo en el tema del derecho a la educación, sino incluso de los derechos a la vida y a la salud consagrados en la Constitución.
El movimiento advirtió que la pandemia por covid-19 no ha tenido un proceso lineal, se ha dado con diferentes repuntes, picos u olas de contagios, y, recordó que, justo en estos momentos los expertos prevén que en México se dará el pico de una tercera ola en la segunda mitad del mes de agosto, tiempo donde se espera que los alumnos regresen a clases. Además, la llamada tercera ola, es ocasionada por la variante Delta, que afecta principalmente a niños y adolescentes, los protagonistas del regreso a clases presenciales este mes.
“En consecuencia, es indispensable de forma previa y planeada, diseñar protocolos para el correcto manejo de la pandemia liderados por la SEP, en los que se adopten varios pasos para gestionar los riesgos y las compensaciones necesarias en los diferentes escenarios que podrían presentarse al tomar esta decisión”, advirtió.
El movimiento señaló que es importante desarrollar protocolos claros sobre las medidas de distanciamiento físico, por ejemplo, prohibir actividades que requieran grandes concentraciones; escalonar el inicio y la terminación de la jornada, así como los días de aprendizaje presencial; trasladar las clases a espacios temporales al aire libre; e impartir la enseñanza por turnos para reducir los tamaños de los grupos.
Asimismo, señaló que es necesario establecer protocolos claros sobre el uso y distribución de cubrebocas eficaces; uso de gel antibacterial y lavado de manos; hábitos y códigos al toser o estornudar; utilización del equipo de protección; instaurar procedimientos de limpieza de instalaciones; y uso de prácticas seguras al preparar alimentos.
En materia educativa para un regreso integral, indicó, se necesitan una regularización académica de los niños, lo que requiere de una evaluación de los aprendizajes logrados en la pandemia.
Esto debe de ser en tres áreas específicas: habilidades lectoras, habilidades matemáticas, y habilidades de ciencia, que son justo los tres factores que evalúa la Prueba PISA de la OCDE, que se aplica cada tres años; “este año debía ser evaluado México junto con los demás países sin embargo no se realizó dicha aplicación por una decisión al vapor del Gobierno, por lo tanto, no tenemos una evaluación”.
En el tema de regularización para el regreso a clases se tiene que hacer una evaluación y luego dejar un periodo para la regularización de los niños que estuvieron año y medio sin clases.
“ Por ejemplo: si un niño al inicio de la pandemia dejó el segundo año de primaria y regresa a cuarto, será prácticamente imposible que pueda acreditar todas las materias y conocimientos de este año, si no tiene los conocimientos previos, por lo tanto el primer punto es una regularización precedida de una evaluación”, indicó el movimiento que también está integrado por Seamos Héroes, el Instituto de Análisis de Política Familiar, la Alianza de Maestros, Grupo Loga, Grupo Linces.
Por último, debe contemplarse una capacitación para los maestros en temas socioemocionales. Estudios sobre el tema han informado que existe una notable prevalencia de estrés postraumático en niños y adolescentes, cuando luego de varios meses de haber vivido un evento traumático presentan tristeza y ansiedad desproporcionada, experimentan alteraciones del sueño, irritabilidad, entre otras.
Debido a esto es indispensable la capacitación de maestros a fin de vigilar la evolución de las manifestaciones psicológicas consecutivas a este evento, en el sentido de su intensificación y prolongación en el tiempo, lo cual genera limitantes para el desarrollo normal y adquiere un significado psicopatológico, indicaron las asociaciones.
“En consecuencia, no estamos de acuerdo con el regreso a clases en agosto ‘llueva, truene o relampagueé’, si no se provee de una capacitación a los maestros en habilidades socioemocionales, una regularización de los alumnos previa evaluación y sobre todo con un manejo eficiente de la pandemia, más aún, en el marco del repunte de casos de covid-19 en una tercera ola que está superando a las dos anteriores”, finalizaron.