El papa Francisco aceptó la renuncia de monseñor Andrzej Franciszek Dziuba, obispo de la diócesis de Łowicz, en Polonia, como le había pedido la Santa Sede tras ser acusado de encubrir abusos sexuales a menores.
«El Santo Padre ha aceptado la renuncia al gobierno pastoral de la diócesis de Łowicz (Polonia) presentada por Su Excelencia Reverendísima Monseñor Andrzej Franciszek Dziuba», se indica escuetamente en el boletín de la Sala de prensa de la Santa Sede.
Dziuba, 73 años, había sido acusado de negligencia en la gestión de abusos sexuales contra menores en varias denuncias presentadas ante la Santa Sede, que le había pedido su renuncia, como ha indicado la nunciatura de Varsovia al dar a conocer la decisión del pontífice.
«De hecho se han encontrado dificultades en el gobierno pastoral de S. E. Andrzej Dziuba y en particular sus omisiones en el tratamiento de casos de abusos sexuales de menores cometidos por algunos sacerdotes, como se desprende de una investigación llevada a cabo por la Santa Sede, según el Motu Proprio ‘Vos estis lux mundi'», explica la nunciatura en una nota.
La investigación a nivel diocesano, según los presupuestos del motu proprio del papa, fue realizada por el arzobispo metropolitano de Lodz, Grzegorz Rys, que en 2020 presentó los documentos recogidos a la Santa Sede, según medios vaticanos.
El «motu proprio» o documento de Francisco llamado «Vos estis lux mundi» (Eres la luz del mundo) publicado en 2019 obliga a denunciar cualquier presunto abuso sexual o de poder por parte de un clérigo, establece el procedimiento a seguir en las diócesis, y exige celeridad en las investigaciones preliminares.
Además, en 2022, la Comisión Estatal sobre Pedofilia presentó una notificación a la fiscalía contra Dziuba, acusándole de haber cometido el delito de no informar a las fuerzas del orden del abuso sexual de un menor, cometido en 2016 por un sacerdote subordinado a él, según las mismas fuentes.