«Me uno a los obispos peruanos para decir: ‘No a la violencia, venga de donde venga, no más muertes'», dijo el pontífice, pronunciando la última parte de esta frase en español.
La ola de protestas para exigir la dimisión de la presidenta peruana, Dina Boluarte, se extienden desde principios de diciembre y han dejado ya 46 muertos, obligando al gobierno a imponer el estado de emergencia en algunas zonas.
Las protestas iniciaron tras la destitución y detención del presidente Pedro Castillo el 7 de diciembre después de que intentara disolver el Parlamento -controlado por la derecha-, que estaba a punto de sacarlo del poder por presunta corrupción.
«Animo a todas las partes implicadas a emprender el camino del diálogo entre hermanos de una misma nación, en el pleno respeto de los derechos humanos y del Estado de derecho», dijo el papa.