El papa Francisco conmemoró el miércoles el segundo aniversario de la explosión en el puerto de Líbano e insistió en que la verdad y la justicia «nunca pueden ocultarse», en una aparente alusión a la paralizada investigación sobre el desastre.
Francisco hizo esos comentarios al final de su audiencia general semanal, la primera tras su mes de receso veraniego.
El papa se refirió al próximo aniversario y dijo que oraba por las familias de las víctimas «de ese desastroso suceso y el querido pueblo libanés».
«Rezo porque todos se vean consolados por la fe y consolados por la justicia y la verdad que nunca pueden ocultarse».
La explosión del 4 de agosto de 2020 provocada por nitrato de amonio en el puerto fue una de las detonaciones no nucleares más grandes del mundo. Al menos 215 personas murieron, más de 6 mil resultaron heridas y las ondas expansivas golpearon a toda la capital.
La investigación del desastre lleva meses bloqueada por fuerzas políticas libanesas, que se han asegurado de que por el momento nadie haya rendido cuentas. Muchos libaneses atribuyen la tragedia a la arraigada corrupción y la mala gestión del gobierno.
Francisco rezó porque Líbano renaciera y se mantuviera fiel a su «vocación como tierra de paz y pluralismo, donde diferentes comunidades religiosas pueden vivir en fraternidad».
El papa, de 85 años, tenía previsto viajar a Líbano la pasada primavera, pero una distensión en los ligamentos de la rodilla le obligó a aplazar el viaje. No se ha fijado una nueva fecha.