El embajador de México en Cuba, Miguel Díaz Reynoso, se sienta en su escritorio y repasa el acordeón que escribió en un fólder amarillo sobre los que considera los puntos principales de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a la isla.
Fuera de micrófonos y en la entrevista, insite en que este encuentro entre López Obrador y Díaz Canel no fue uno más, sino que es histórico porque hay acuerdos concretos que benefician a ambos países, sobre todo en temas de salud, como vacunas, medicinas e intercambio de médicos y estudiantes.
Mientras habla, se acomoda los anteojos y se preocupa porque en el cuadro de la entrevista salga la fotografía del embajador Gilberto Bosques (a quien se nota que admira) con Fidel y Raúl Castro, así como Ernesto «El Che» Guevara.
Y aunque considera que esta nueva relación tan cercana entre México y Cuba no borrará ningún error como el «Comes y te vas», está seguro de que ya nadie piensa en eso, sino que de los dos lados de la relación bilateral están viendo hacia el futuro por el cariño que se tienen los presidentes de México y Cuba.
¿Cuál es el saldo de la visita del presidente?
Me da mucho gusto recibir a MILENIO aquí en la embajada de México en La Habana. El saldo es para nosotros muy positivo, creo que hay un avance, un logro en las relaciones, es un paso histórico. Tenemos entre México y Cuba 120 años de una profunda relación, entrañable, histórica geográfica, pero creo que en estos días ha quedado clara la vinculación, más allá de la cercanía histórica y esta relación, porque se han dado pasos importantes.
¿A qué me refiero? Se firmaron documentos, importantes documentos que formalizan, hacen institucional esta relación; hay un acuerdo de cooperación de salud entre la Secretaría y el Ministerio de Salud cubano, que es muy importante porque abre una línea de cooperación de una manera superior.
Hay una declaración entre los gobiernos, que no es normal que la firmen los dos presidentes, y yo creo que también es una muy buena noticia.
En segundo lugar, yo creo que es el espacio para haber escuchado y compartido todos declaraciones políticas del presidente López Obrador muy importantes, declaraciones en materia de la agenda internacional, el rechazo contundente inequívoco al bloqueo y la tesis muy difundida, y la nota más importante de la no exclusión de ningún país en la Cumbre de las Américas que se realizará en Los Ángeles, entonces estamos hablando de documentos, declaraciones.
Pero yo agregaría, si me lo permiten, un elemento más, que es el que se ve cuando uno está aquí, está cerca y le da seguimiento a los eventos que fueron varios, las reuniones de los dos grupos, las dos delegaciones, la condecoración el mensaje del presidente que está circulando en los medios, me refierto a la relación personal, me refiero al afecto clarísimo evidenciado de los dos presidentes de una relación que va más allá de la relación formal de protocolo diplomática que habla de un afecto, de conocimiento personal.
El presidente hablaba de las cualidades del presidente Díaz Canel y me parece que haber sido testigos observadores cercanos de este encuentro es un privilegio y ha sido un momento histórico.
¿Cuáles fueron los acuerdos concretos y cuáles destacaría?
La parte medular del acuerdo de cooperación entre los sectores de salud es mucho más amplio que eso, tiene que ver la posibilidad de que se identifiquen los productos medicinales, medicamentos, vacunas que sean viables de adquirir en México. Sabemos de la excelencia, eficacia, estamos hablando de medicamentos que México necesita, estamos hablando de vacunas ya probadas. Cuba logró vencer la pandemia rápidamente gracias a la aplicación masiva de las vacunas que tiene autorizadas.
Yo creo que son los hechos, no son discursos, son los hechos los que han demostrado la eficacia de los medicamentos. En el tema del medicamento para el pie diabético también hay mucho interés, entonces está el capítulo de medicamentos.
Está el capítulo de los médicos, efectivamente, yo subrayaría la importancia de la venida de México a Cuba de estudiantes de medicina a formarse como especialistas en temas que son difíciles de conseguir, de acceder en México, en este momento tenemos 170 becarios de Conacyt (Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología) mexicanos estudiando especialidades, y la meta es llegar a muchos más médicos que puedan acceder a esto.
Invito a que acuda a Concayt porque hay realmente becas muy atractivas para venir a estudiar especialidades y, efectivamente, se habló de la posibilidad de que médicos cubanos cubran las plazas en donde no hay médicos mexicanos, en esos lugares en donde se requiere podría presentarse esta opción.
A mí me parece que ese es un pilar concreto de los acuerdos firmados entre las dos áreas que tiene mucho que ver con formación, capacitación, educación y con adquisición de medicamentos que ya han sido probados.
Los presidentes firmaron otro documento…
Es una declaración más general, que es como el paraguas, es un acuerdo macro que da posibilidades de que se desarrollen muchísimas más actividades de cooperación, yo pensaría, si me lo permiten, que estamos entrando a una etapa muy interesante de una cooperación novedosa. No es la cooperación tradicional donde un país le da a otro, donde históricamente hemos vivido, ahora va un puente, una presa, una obra de infraestructura, un modelo del que venimos y tenemos muchísimas historias que contar positivas.
Ahora creo que estamos entrando a un modelo de cooperación muy novedoso interesante donde es gana uno y gana el otro, y para mí el ejemplo son los médicos mexicanos que vendrían y que están viniendo a estudiar especialidades. Gana Cuba, sí evidentemente hay una aportación, hay una ganancia para el país, pero también hay una ganancia, es una inversión de México porque esos médicos van a regresar al sector público para devolver al país que los becó, que los financió, un conocimiento que va a ser invaluable.
Me parece que estamos ante un nuevo modelo de cooperación en la historia de la cooperación con Cuba que abre enormes posibilidades para seguirlas en la cultura, en el deporte y en otras ramas del conocimiento.
Usted decía que no era una visita más…
Yo creo que no es una visita más, es una visita que da un sesgo muy especial que confirma que es una relación excepcional la que se está viviendo, hay voluntad clarísima, hay una voluntad reflejada en el viaje, en el tiempo que dura la estadía, en el nivel de las conversaciones, el tono y sobre todo confirma el esfuerzo.
Podía no haber habido visita y hay una visita porque se habla de una necesidad, un compromiso, sobre todo de esta decisión del Presidente de decir: «Voy a Cuba en medio de una visita por Centroamérica»; me parece que no podemos soslayar que se está mandando un mensaje muy claro de consolidar una nueva etapa, un nuevo capítulo en la relación, llena de historia.
No podemos negar de donde venimos si la cámara está enfocando, podríamos ver una foto que, para mí, es muy histórica: vemos al embajador Gilberto Bosques, 11 años, sirviendo en Cuba. Vino cuando estaba Batista, lo nombran el 26 de julio, el mismo día del asalto al Cuartel Moncada. Ayuda a perseguidos, igual que lo hizo en Marsella, en la Guerra Civil.
Si la cámara nos puede acompañar, estamos ante una foto histórica: es el embajador mexicano en Cuba, Gilberto Bosques, el gran cónsul de Marsella que le da asilo refugio a los perseguidos en la Guerra Civil española, ese hombre conocido por ese papel de salvador. Bueno, también viene a Cuba el mismo día del asalto al cuartel Moncada, es nombrado embajador en Cuba y viene, por supuesto. En el gobierno de Batista le da refugio a perseguidos de Moncada del directorio, del proceso revolucionario.
Juega ese rol que sabe muy bien jugar, representando lo mejor de la política de asilo de México, triunfa la revolución, salva a Fidel incluso cuando le pide que se vaya a México porque lo van a matar en Cuba, viene Fidel y Raúl a México, viene la historia, el ‘Che’, el Granma y nuevamente se encuentran ya con la revolución triunfante.
Esta es una foto que representa lo que fue México en esos años, es el embajador Bosques despidiénsoe de Cuba a un lado de un joven Raúl Castro, de Fidel y del ‘Che’. De ahí venimos, ese es el legado que tenemos de estos grandes diplomáticos mexicanos, ahora al consolidar esta nueva etapa no podemos olvidar este enorme legado y me parece que la visita del presidente López Obrador ha dado la línea por dónde van a venir las nuevas acciones de cooperación entre México y Cuba.
¿Con esta reunión se borra el pasado? Se está renovando la relación…
Creo que hay muchas historias, son 120 años, por supuesto hay muchos capítulos que no pueden quedar borrados, pero me parece que lo importante es ver lo que está pasando ahora. Hoy por hoy se ha consolidado una nueva etapa en la relación, es un momento excepcional, parece que todo lo que estamos haciendo es concentrarnos en lo que sigue, cómo estamos, qué sigue, hay un afecto personal, hay condiciones institucionales ideales así que bienvenida la nueva etapa.
Creo que hay un gran ánimo, hay un gusto, u orgullo de que el presidente de México haya venido a Cuba, que haya estado el tiempo que estuvo, que haya dedicado un tiempo a hablar directamente con los cubanos.
El mensaje de ayer fue un mensaje político, un mensaje recuperando la historia, pero es un mensaje que sienten directamente los cubanos, les habló directamente a los cubanos y me parece que eso ha tenido un enorme reconocimiento, no podemos dejar de recordar que fue el presidente y México el primero en responder a la solicitud de ayuda de Cuba el año pasado, cuando no pasaba ni una semana después de la solicitud de apoyo de Cuba, llegaron barcos, llegaron aviones con oxígeno, jeringuillas, alimento porque Cuba lo necesitaba.
Y ya eso quedó, ya hubo una marca, una impronta, lo que la visita viene a confirmar, ese cariño, ese afecto, y me parece que estamos desde temprano muchísimos mensajes de reconocimiento simpatía agradecimiento así que realmente esta es una nueva etapa esperanzadora.
Es un privilegio estar siendo testigos desde la embajada de ver el gran cariño que se detiene a México, la gente trae a México en el celular, algún discurso, una foto y nos la muestras para… Esta idea de que traigo tu retratito en mi cartera, no es una canción es una realidad que la vemos todos los días.