Las personas que se infecten con Sars-Cov2 en esta etapa de post-pandemia tendrán derecho a cinco días de incapacidad a partir de la fecha de inicio de los síntomas, ello incluye, a aquellos que carezcan de síntomas pero tengan un resultado positivo, de acuerdo con el Plan de Gestión a Largo Plazo para el control de covid-19.
“Con el objetivo de realizar una prescripción razonada de las Incapacidades Temporales para el Trabajo (ITT), se recomienda otorgar 5 días a partir de la fecha de inicio de los síntomas, o para personas que no presentan síntomas, a partir de la fecha con resultado positivo de la toma de muestra”.
El comunicado técnico que se dio a conocer durante tres años de manera diaria, luego semanal y posteriormente quincenal, será reemplazado por la publicación de la Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), en la cual se ubican, entre otras, la influenza. Cada trimestre se dará un informe de la situación de covid-19 en México y también, cada tres meses, de las variantes.
Además, el “Programa de apoyo Deudos covid-19” basado en “apoyo monetario para deudos de defunciones se suspenderá al publicarse este documento”.
La mortalidad por covid formará parte del monitoreo activo epidemiológico. Solo hay un cambio en cuanto al exceso de mortalidad.
En el apartado “Institucionalización de sistema de exceso de mortalidad” se estableció que “la Dirección General de Información en Salud (DGIS) coordinará con el INSP (Instituto Nacional de Salud Pública) y RENAPO (Registro Nacional de Población) la continuidad del cálculo de exceso de mortalidad, con base en los convenios existentes.
“La DGIS evaluará la conformación de un grupo de trabajo más amplio para asentar la institucionalización de este trabajo. La periodicidad del reporte de exceso de mortalidad será cuatrimestral, con información con retraso de un mes respecto de la fecha de inicio del periodo”.
El semáforo de riesgo se suspende. “En caso de que los indicadores de propagación temprana indiquen la posible existencia de un brote de grandes proporciones o se emita una nueva declaratoria de emergencia, se reactivará el cálculo del semáforo y se evaluará su publicación de acuerdo con las necesidades de comunicación de riesgos”.
Por lo demás, se cancela “el Módulo corto de notificación del SISVER (Sistema para el Registro de Información sobre Casos Probables de Enfermedades Respiratorias Virales”. Estos “debido a que el módulo corto del SISVER únicamente opera en unidades No-USMER, éste deberá quedar inoperante”.
Y se anuncia las “Incorporación del Organismo Público Descentralizado (OPD) IMSS bienestar. No obstante, “la Secretaría de Salud, a través de la Dirección General de Epidemiología, seguirá siendo rectora a la Vigilancia Epidemiológica, y el OPD IMSS BIENESTAR continuará con la Vigilancia de acuerdo a lo establecido por la normatividad existente”.
El Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE), como Centro Nacional de Influenza ante la OMS, seguirá contribuyendo con información genética de los virus de influenza circulantes en nuestro país, para la elaboración de la vacuna anual.
“Esto ha permitido afrontar oportunamente el reto de detectar y vigilar SARS-CoV2, responsable de covid-19, con base en su información genómica”.
En el documento se determina que el diagnóstico se hará con pruebas rápidas, “manteniendo el uso de pruebas de PCR para confirmación de casos especiales, y vigilancia epidemiológica, incluyendo la genómica”
“Se solicitará a las instituciones que integran el Sistema Nacional de Salud, reafirmar las unidades USMER (Unidades de Salud Monitoras de Enfermedad Respiratoria) con base en los indicadores establecidos en el “Lineamiento estandarizado para la vigilancia epidemiológica y por laboratorio”, acción que se sesionará ante el CONAVE (Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica).
En las unidades USMER se continuará con la notificación de forma diaria y oportuna de los casos sospechosos que cumplan con la definición operacional vigente, mediante su registro en la plataforma del SISVER.
La vacuna contra covid 19 se incluirá como parte del Programa de Vacunación Universal. No se ha establecido la periodicidad. Solo que “se asume que el virus continuará evolucionando, y se espera que cause una enfermedad menos grave, con posible aumento de infecciones por temporadas, que requerirán dosis periódicas de refuerzo de la vacuna para proteger a los grupos de alta prioridad, con mayor riesgo de enfermedad grave y muerte.
“Se estima que pueden ocurrir picos periódicos en la transmisión (patrón estacional de picos de transmisión similar al de la influenza estacional) como resultado de una proporción creciente de individuos susceptibles a lo largo del tiempo, lo que puede requerir un refuerzo periódico para las poblaciones de alta prioridad”.
Existe un apartado donde se especifica que México la vacuna Patria se encuentra en su etapa final de desarrollo. No se establece aún el esquema. Solo que “la vacuna Patria servirá para fortalecer políticas de salud pública enfocadas en la protección de grupos vulnerables protegiendo a la población mexicana. La plataforma tecnológica sobre la que se basa la vacuna Patria es innovadora, flexible y permite su adaptación rápida a nuevas variantes del Sars-Cov2 o hacia otros agentes infecciosos como el virus influenza, el virus de la rabia, VIH o la bacteria Borrelia burgdorferi. Esto abre la posibilidad para la generación de nuevos desarrollos, como por ejemplo la vacuna covid- 19 intranasal”.
También se estableció que México elaborará sus vacunas a partir de la trasferencia tecnológica de “Soberana y Abdala”, las cuales, promoverán la investigación y el desarrollo nacional, fortaleciendo los conocimientos técnicos en materia regulatoria y de fabricación de estas nuevas tecnologías.
“Para la producción de las vacunas cubanas en México se requiere de una articulación precisa con la industria privada (empresas que cuenten con plantas con GMPs). Asimismo, resulta de suma importancia consolidar la infraestructura existente en el país y seguirla fortaleciendo con otra de mayor alcance que nos permita tiempos expeditos de reacción frente a nuevos retos de salud que se presenten en el futuro”.
Covid-19 prolongado
Las autoridades sanitarias reconocieron el covid prolongado como un conjunto de síntomas subagudos o crónicos, que pueden representar una disminución significativa de la capacidad funcional, incluyen enfermedades cardiovasculares, trombóticas y cerebrovasculares, encefalomielitis miálgica, síndrome de fatiga crónica y disautonomía, especialmente síndrome de taquicardia ortostática postural.
“Los síntomas pueden durar años y particularmente en los casos de encefalomielitis miálgica, síndrome de fatiga crónica de nueva aparición y disautonomía. El tratamiento es integral incluyendo sobre todo medidas de rehabilitación, ejercicios físicos y respiratorios; así como un enfoque general en la nutrición, el sueño y la reducción del estrés”.
En los siguientes seis meses posteriores a la publicación del Plan, la Secretaría de Salud establecerá un grupo de personas expertas para analizar la necesidad de establecer una estrategia específica sobre covid -19 largo que versará sobre los siguientes puntos: Atención clínica; vigilancia epidemiológica; Herramientas de Evaluación Clínica; seguimiento a largo plazo; atención multidisciplinaria; investigación y ensayos clínicos; comunicación y empoderamiento de la comunidad.
También se reconocen las consecuencias para la salud mental del covid-19 que pueden persistir incluso después de que haya pasado la fase aguda de la enfermedad. Se implementarán citas de seguimiento periódicas para controlar los síntomas, evaluar la eficacia del tratamiento y ajustar las intervenciones según sea necesario. Los médicos deben estar atentos al monitorear a los pacientes en busca de signos de angustia y deterioro de la salud mental.
“La pandemia ha expuesto a muchas personas a experiencias traumáticas, como enfermedades crónicas y severas, pérdida de seres queridos, o trabajo de primera línea en entornos de alto estrés. Los profesionistas sanitarios deben incorporar principios de atención basados en el trauma en su práctica, creando siempre un entorno seguro y de apoyo dentro de sus escenarios clínicos para que los pacientes puedan procesar sus experiencias y desarrollen resiliencia”.